El servicio de inteligencia checo dice que Rusia es el mayor riesgo para la seguridad del país
El Servicio de Información de Inteligencia checo (BIS) informó en su reporte anual que la Federación Rusa representa el mayor riesgo para la seguridad del país.
En su informe correspondiente al año 2022, el Servicio de Información de Inteligencia checo (BIS) reiteró este jueves que Rusia es en la actualidad el mayor riesgo para la seguridad nacional.
La seguridad de la República Checa se ha visto afectada por la propaganda del Kremlin, que está provocando la radicalización de un sector de la sociedad, se indica en el reporte.
En declaraciones a la Radio Checa, el portavoz del BIS, Ladislav Šticha, se refirió a un caso concreto de actividades de un agente ruso en el territorio nacional.
“A lo largo de 2022, el BIS recopiló informaciones sobre las actividades de un individuo sospechoso de mantener vínculos con la inteligencia militar rusa GRU. En Chequia buscó a personas que interesaban a los servicios de inteligencia rusos y gracias a su cobertura periodística acudió a actividades internacionales donde participaban representantes de la oposición rusa”.
Entre las tareas de estos agentes destaca la intimidación de los opositores rusos que viven en el extranjero. Los medios de comunicación locales informaron recientemente sobre las amenazas que recibieron dos periodistas rusas radicadas en Chequia.
En una comparecencia anterior ante la Cámara de Diputados, el director del BIS, Michal Koudelka, fue contundente al denunciar la campaňa de desinformación que dirige el Kremlin contra Chequia.
“Quien diga en este momento que no sabe qué es la propaganda rusa, que no sabe qué es la desinformación rusa, cuando se trata de una interferencia tan brutal en la esencia de la democracia en la República Checa, está ciego y sordo”, sostuvo el jefe del BIS.
El Gobierno de la República Checa denunció en 2021 que disponía de pruebas sobre la participación de agentes de los servicios militares rusos en un sabotaje contra un depósito de municiones en territorio checo en 2014 que se cobró la vida de dos personas.
Ante la gravedad de los acontecimientos, Praga decidió expulsar a 18 empleados de la misión diplomática rusa identificados como espías encubiertos. La reacción inmediata de Moscú fue la expulsión de 20 diplomáticos checos.
Entre las tareas del BIS destaca también detectar las actividades de empresas checas que tratan de exportar elementos para la producción de armas y que se envían a la Federación Rusa con ayuda de terceros países, indicó Šticha.
“Todos los años el BIS descubre decenas de empresas checas que intentan violar el embargo de exportación de bienes prohibidos a Rusia. Reunimos las informaciones, las analizamos y después las entregamos a las autoridades pertinentes como, por ejemplo, a la Administración de Licencias o a las Aduanas”.
Además de Rusia, el BIS indicó que los servicios de inteligencia de China también desarrollan actividades en el país. En lo referente a la búsqueda de colaboradores prefieren reclutar a las personas directamente en China. En este momento, los chinos dan preferencia al ciberespionaje y a la infiltración en los sistemas de telecomunicaciones, sin olvidar un incremento de su presencia en los centros académicos.