La vida cotidiana de los checos en el pasado, tema estudiado por la Academia de Ciencias
Historiadores de la Academia de Ciencias piden a los ciudadanos que les donen apuntes personales, cartas y álbumes de fotografías de tiempos pasados. El objetivo es crear una base de datos sobre la vida cotidiana de los checos en el pasado.
Libros de recuerdos, fotografías familiares antiguas, así como apuntes de viajes y otros documentos de antaño. Estas cosas que cada persona suele tener en casa, pueden ayudar a los historiadores de la Academia de Ciencias checa a reflejar la vida cotidiana de los checos en el pasado no tan lejano.
Para los científicos tienen valor histórico incluso materiales que podrían parecer sin importancia para los ciudadanos, por lo que la Academia de Ciencias pide que antes de deshacerse de algo, los ciudadanos lo lleven al Instituto de Historia de la Academia, en Praga, según indicó la historiadora Lenka Křížová.
“Para poder reflejar el alma del pasado, para dar a conocer el carácter de cada período de la historia no tan lejana, necesitamos disponer de objetos que muestren la vida cotidiana y el ambiente en la sociedad de entonces. Por eso nos interesamos por los libros de recuerdos, álbumes de fotografías, cartas, dibujos y otros documentos, todo eso podríamos aprovecharlo en la creación de esa base de datos”.
La base de datos sobre la vida cotidiana de los checos, que reúnen los historiadores de la Academia de Ciencias abarca el período desde comienzos del siglo XX hasta los años 90 aproximadamente.
La idea surgió en base a un libro publicado en la década del 80, titulado Cartas a Davídek. Está escrito en forma de cartas que los padres le escribían a su hijo David, acompañándolas de poemas de poetas checos como Jan Neruda y Karel Havlíček Borovský, de recortes de periódicos, etc., según recuerda Vojtěch Kessler, del Instituto de Historia.
“Es una especie de caleidoscopio o almanaque que el padre preparaba para su hijo para cuando éste fuera adulto. El libro es del año 1981 y es cierto que en las décadas del 70 y 80 muchas personas les escribían a sus hijos, acompañando las cartas con recortes de periódicos y revistas. Y a nosotros se nos ocurrió reunir material para dar a conocer de forma fidedigna, en base a documentos de la época, la vida que llevaban los checos en tiempos no tan lejanos. Pedimos a los ciudadanos que nos regalaran recortes de periódicos que tuvieran guardados, fotografías y otros documentos que reflejaran la vida cotidiana de sus familiares y amigos”.
Los historiadores disponen, por ejemplo, de una crónica completa del señor Jindřich Böhm, que les donaron sus descendientes y que refleja el período entre comienzos y mediados del siglo XX. Contiene fotografías con descripciones, como ‘Pepa durante sus estudios en Pilsen’, ‘Pepa en el Instituto de Sordomudos en Uzhgorod’, etc.
Como apunta Vojtěch Kessler, del Instituto de Historia, todos los materiales entregados por los ciudadanos hay que estudiarlos y ubicarlos en el contexto de su época.
“Todos los textos y documentos regalados por los ciudadanos los estudiamos a fondo y los situamos en la época correspondiente. Esto no siempre se logra, porque a veces no disponemos de la información necesaria. A las fotografías les agregamos, si es que lo sabemos, datos sobre el lugar y la fecha en que fueron hechas y, eventualmente sobre las personas que aparecen en ellas o, en el caso de los manuscritos, de los temas que son tratados en ellos”.
Los científicos publican los materiales respetando el deseo de los donadores. Algunos ciudadanos aprueban que sean publicados los nombres de las personas de las fotografías o se mencionen en los textos escritos, otros prefieren el anonimato. En el caso de las fotografías desconocidas, su época se estudia por los objetos que aparecen en ellas, como cochecitos para bebés, ropa, automóviles y otras cosas. Para poder completar la Base de datos, los historiadores necesitan más material que refleje las décadas de los años 60 y 80 del siglo XX.