Una réplica de Sudán, el último rinoceronte blanco, vuelve a Kenia como símbolo de la lucha por la naturaleza
Los restos conservados de Sudán, el último rinoceronte macho del norte, fueron enviados desde el Museo Nacional de Praga a Kenia donde serán expuestos como símbolo de la lucha por la naturaleza.
Sudán, el último ejemplar macho de rinoceronte del norte murió hace cinco años por causas naturales, ya había cumplido 45 años. Ahora en el mundo quedan solo dos hembras, su hija Najin y su nieta Fatu que representan como la última esperanza para impedir la extinción total, siempre y cuando se consiga su fecundación in vitro.
Tras la muerte de Sudán, sus restos fueron trasladados a Chequia, el país de acogida donde vivió en el zoológico de Dvůr Králové, según recordó a la Radio Checa, Přemysl Rabas, director de dicho parque.
“El joven macho viajó desde Sudán a Chequia, donde se encuentra el único lugar especializado en la reproducción del rinoceronte blanco, esto quiere decir el zoológico de Dvůr Králové. Después de vivir 25 años en nuestro parque fue trasladado nuevamente a África donde permaneció 10 años en el marco del programa esperanza para el rinoceronte blanco”.
Los especialistas checos hicieron una réplica termoplástica exacta de Sudán y su esqueleto fue colocado en un pedestal para ser expuesto también.
Antes de su último viaje a Kenia, el público checo pudo ver la réplica y el esqueleto en el Museo Nacional de Praga. El viernes pasado todo fue trasladado al zoológico de Dvůr Králové para después continuar su viaje hasta Bruselas, desde donde voló en un avión para cargas especiales hasta África.En Kenia, se exhibirá temporalmente en la Administración de Parques Nacionales y luego se trasladará al Museo Nacional de ese país.
La esperanza de los expertos checos es que la especie se podría salvar por medio de la reproducción asistida. Si bien, Sudán ya era demasiado viejo y no logró fecundar a ninguna de las dos últimas hembras supervivientes, en Dvůr Králové disponen de esperma congelado y diversos tejidos, recordó Přemysl Rabas. Otra de las opciones de los expertos apunta hacia pruebas para intentar inseminar a las dos hembras que quedan con semen de machos de rinocerontes del sur.
La mayor amenaza contra muchas subespecies es la caza furtiva. Desde las instituciones internacionales se constata que en los últimos años no ha sido posible controlar ni evitar esta lamentable situación. Los cazadores matan a los animales para quitarles el cuerno que venden en el mercado negro para la medicina china y supuestas cualidades afrodisiacas.
