Se descubren varios diarios de una superviviente de Lidice
Familiares de Emílie Rohlová, superviviente de la masacre de Lidice en 1942, descubrieron sus diarios escritos tras la guerra.
Emílie Rohlová fue una de las 143 mujeres de Lidice que sobrevivieron a la destrucción nazi de la localidad en junio de 1942. Durante la noche del 9 a l0 de junio, su marido fue fusilado y poco después su madre fue asesinada en Auschwitz.
Emílie comenzó a escribir estos diarios tras su regreso del campo de concentración a Lidice. En ellos se dirigía a su hija de ochos años, Boženka, la cual esperaba volver a ver. Ella no estaba informada del asesinato de su hija por los nazis en Chelmno, Polonia, junto con los otros niños de Lidice.
Veronika Kellerová, alcaldesa de Lidice, habla sobre este hallazgo.
“El diario empieza el 16 de julio de 1945 y está escrito en pequeños mensajes, por lo que estaba pasando ese día y cómo se sentía. Sus palabras son muy poderosas. En ellas expresa el amor que sentía por su marido pero también una profunda tristeza por cómo extrañaba a todos”.
La alcaldesa recibió los diarios días antes del 80 aniversario de la masacre del pueblo en junio de 1942. Fue el sobrino nieto de Emílie, Josef Kapitán, quién los descubrió y los entregó al Ayuntamiento.
“Mi tía tenía casi 90 años cuando falleció. Era mi esposa quién cuidaba de ella. Tras su muerte, fuimos a limpiar su casa y fue entonces cuando descubrimos los diarios. Estaban envueltos en papel, atados con cuerdas y dentro tenían escrito que los leería algún día con su hija”.
Emílie Rohlová escribió tres diarios. En el más largo de ellos describe su vida antes de Lidice, su traslado al pueblo con su marido y la quema de la localidad la noche del 9 al 10 de junio de 1942. Los otros dos diarios están dedicados a su hija Boženka, a quién vió por última vez en el gimnasio de Kladno antes de que fueran separadas por los nazis.
Josef Kapitán habla del carácter de su tía abuela.
“Mi tía era muy fuerte. Nunca lloró. Creo que seguía teniendo la esperanza de que su hija estaba viva en algún lugar. Pensaba que pudo haber acabado en Alemania. Pero eso era imposible, por supuesto, porque somos una familia muy morena. Su hija tenía un pelo muy moreno y ellos solo se hubieran quedado con los niños rubios”.
Emílie Rohlová nunca se volvió a casar y tampoco tuvo más hijos después de su regreso del campo de concentración al pueblo. Murió en Lidice en 1991.