CIELO, la cita con la literatura latinoamericana en Centroeuropa
Contra todos los obstáculos y el cuerpo como eje temático, finalmente tuvo lugar en la Universidad Palacký una nueva edición del ya clásico Coloquio Internacional de Estudios Latinoamericanos de Olomouc, el CIELO.
La novena edición del Coloquio Internacional de Estudios Latinoamericanos de la ciudad de Olomouc tuvo un sabor especial, entre otras cosas, por lo compleja que resultó su organización. En efecto, Daniel Nemrava, director del departamento de Estudios Románicos de la Universidad Palacký de Olomouc, tuvo que superar, junto a su equipo de colaboradores y colegas, una gran cantidad de obstáculos: entre ellos, el COVID, que había obligado a posponer el evento en dos oportunidades, a tal punto que la primera circular de invitación se envió hace más de dos años y, durante ese tiempo, algunos de los asistentes cambiaron incluso de universidad. Y si bien en algún momento se barajó la posibilidad de hacerlo online, Daniel Nemrava prefirió ser paciente antes que modificar su idea inicial.
“Mi principio era hacerlo presencial, porque los CIELO siempre se caracterizan por su buen ambiente, era fundamental el encuentro presencial para intercambiar ideas, conocernos y, además, transmitir experiencias tanto desde el punto de vista académico como del punto de vista creativo, por eso desde siempre venimos relacionando a los autores con los académicos”.
Lo que, según Nemrava, sucede en muchos otros eventos académicos es que tal vez falta ese contacto directo entre quienes recién están haciendo sus primeras herramientas y los que ya tienen un amplio recorrido. Sin embargo, tal como viene ocurriendo en las últimas ediciones de este coloquio, en Olomouc algunos de los invitados de honor como la mexicana Cristina Rivera Garza y el cubano Abilio Estévez no solo dieron sus respectivas charlas, sino que además participaron tanto de los debates como también de los encuentros informales que, muchas veces, resultan tan provechosos como las mismas conferencias, sobre todo teniendo en cuenta las ganas que tenía la gente de encontrarse personalmente luego de la pandemia que, dicho sea de paso, pareció resignificar el tema que había sido elegido con anterioridad: “Imagen y memoria del cuerpo en la literatura, el cine y el teatro”.
“Sí, por supuesto, incluso muchos colegas me pidieron cambiar el tema que ya había aceptado hacía dos años, pero dentro de la temática, por supuesto, y claro, el tema del cuerpo es muy amplio y siempre actual, pero en los últimos años adquirió otros significados más importantes: además de la pandemia, ahora vivimos otra experiencia límite que es la guerra muy cerca, entonces estas dos cosas se combinan y resuenan mucho en este coloquio en las ponencias que, en muchos casos, aludían a la actualidad”.
Además de varias exposiciones sobre distintos aspectos vinculados al cuerpo en el marco de la literatura latinoamericana, en las que participaron escritores, académicos y especialistas de buena parte del mundo, la novena edición de CIELO contó además con una performance a cargo del artista mexicano Saúl Hernández Vargas. Con diez años de existencia y un interesante recorrido que lo convirtió en una especie de clásico en el siempre animado mapa del hispanismo en República Checa, el coloquio CIELO no siempre tuvo el formato actual.
“Empezó en el año 2012 y la primera idea de este coloquio -que, además, se llama Coloquio Internacional de Estudios Latinoamericanos de Olomouc y, por suerte, su abreviación CIELO tiene una connotación dantesca- surgió en el marco de mi primer proyecto internacional de estudios latinoamericanos, un proyecto europeo que ganamos en 2011 y la idea era crear un centro latinoamericanista en la Universidad”.
Explica Nemrava que se trataba de un viejo deseo que, en su momento, no habían podido realizar por falta de recursos pero ganar ese proyecto les permitió invitar a gente importante. Luego fueron multiplicando las energías para ganar más experiencia y continuidad. En efecto, Nemrava destaca que para una ciudad de provincia como Olomouc no es fácil realizar un proyecto de esa magnitud y por eso mismo tuvieron que realizar un esfuerzo doble o triple. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que esos primeros encuentros que solo consistían en conferencias de algunas personalidades destacadas captaban el interés de muchas personas en diversos países de Europa Central, por lo que decidieron convertir ese primer proyecto en un congreso más frecuente que, con el correr de las ediciones, se fue abriendo en forma significativa: a los invitados de honor se sumaron ponentes regulares y estudiantes y, en lugar de ofrecer invitaciones por separado, las fueron juntando para disfrutar encuentros aún más enriquecedores.
“Partimos de esa idea: juntarlos durante unos días y hacer un buen coloquio, con buenas conversaciones y charlas y tuvo bastante éxito, vinieron figuras importantes de la literatura y la cultura latinoamericana. Y lo que ayuda mucho es el ambiente de Olomouc, una ciudad histórica y pequeña en la que no te pierdes como en la multitud de las grandes capitales, estamos en un lugar pequeño, más íntimo y realmente en dos o tres días todos nos hacemos amigos, todos se vuelven más abiertos y se crea un espíritu de confianza y de amistad que también contribuye mucho a los debates que se vuelven más abiertos y ricos”.
Por otro lado, asegura Nemrava que el valor añadido de estos encuentros es que, muchas veces, logran invitar a autores sobre cuyas obras los estudiantes realizan sus trabajos, con lo cual, a veces, los que vienen de escribir una tesina sobre algún autor o autora en particular, pueden darse el lujo de hablar con él o con ella en persona.
“Es otro valor que les damos a nuestros estudiantes, y noté después de varios coloquios más interés en la lectura porque los autores realmente son personajes que inspiran mucho y, por ejemplo, después de la visita de Mempo Giardinelli, todo el mundo quería leerlo y hacían filas en mi despacho para pedir sus libros, o los de Luisa Valenzuela o ahora los de Cristina Rivera Garza o de otros escritores como Sergio Ramírez, Horacio Castellanos Moya, Alonso Cueto. Bueno, ya tenemos una listita de autores que dejaron su rastro acá en forma de tesinas y trabajos de doctorado”.
Además de ser el creador del coloquio CIELO y de dirigir el departamento de estudios románicos de la Universidad Palacký de Olomouc, Daniel Nemrava ha publicado varios libros que dan cuenta de sus investigaciones en el campo de la literatura latinoamericana y, en especial, argentina. También tradujo al checo la novela Nocturno de Chile de Roberto Bolaño. Y casi como si hubiera sido ayer, recuerda que uno de sus primeros contactos con la literatura latinoamericana fue a partir de una obra cumbre del boom en un momento muy significativo de la historia checa.
“La carrera tiene raíces en la época en que estudiaba en la secundaria, a donde entré unos meses antes de la caída del Muro de Berlín y todos estudiábamos ruso obligatoriamente, luego después de la Revolución de Terciopelo se abrió la posibilidad de estudiar otras lenguas como el español que, en aquel entonces, era exótica para nosotros y en el secundario tenía una amiga que conocía muy bien la obra de Borges, García Márquez y Cortázar y me recomendó Cien años de soledad. Yo tenía catorce o quince años y todavía guardo en algún lugar la ficha de préstamo de ese libro de la biblioteca de mi pueblo natal que justamente pedí prestado el 17 de noviembre de 1989, el día de la Revolución de Terciopelo”.
Agrega Nemrava que en Uherské Hradiště, su ciudad natal, no llegaba información de esos primeros disturbios en Praga que terminarían desencadenando la revolución y, al mismo tiempo que reprimían a los estudiantes en la Avenida Nacional, él salía de la biblioteca con su ejemplar de García Márquez traducido por Vladimír Medek e ilustrado por Boris Jirků que había publicado la editorial Odeon en 1986. A partir de ese momento, se abrieron las puertas no solo de una nueva etapa en la historia de su país, sino también de su propia vocación.