El Gobierno admite que podría no cumplir con su propuesta de déficit
La situación en Ucrania y la crisis económica empuja al Gobierno a modificar el presupuesto en diversos frentes y plantea dudas sobre la posibilidad de cumplir con las cifras de déficit marcadas.
El 10 de marzo la Cámara de Diputados aprobó la propuesta presupuestaria presentada por el Gabinete de Petr Fiala, que fijaba un déficit de poco más de 11 000 millones de euros.
Ya en aquella sesión varios miembros del Gobierno deslizaron la posibilidad de un futuro ajuste del presupuesto ante el contexto ucraniano y el recrudecimiento de la crisis económica.
Tanto es así que este mismo martes, tras apenas tres semanas, el primer ministro, Petr Fiala, admitía por primera vez que podría no cumplirse con esta cifra de déficit en una entrevista para la Televisión Checa.
"No lo descarto, pero haremos todo lo posible para que no suceda o para que el déficit sea mínimo", dijo Fiala, quien atribuyó este cambio de rumbo a la convulsa situación actual.
Este cúmulo de circunstancias son las que empujan al ejecutivo a aumentar el gasto en varios frentes: en primer lugar, abordar la llegada de los refugiados supondrá una parte del reajuste. No existen aún cifras concretas, pero el objetivo es promover su apoyo e integración en todos los ámbitos.
Petr Gazdík, responsable de Educación, fue uno de los primeros en declarar que su ministerio precisaría de fondos adicionales para hacer frente a esta crisis, mientras que Markéta Pekarová Adamová, presidenta de la Cámara de Diputados, también se refirió a esto
"La llegada de cientos de miles de personas nuevas a la República Checa nos costará algo y tendremos que reconsiderar nuestras prioridades presupuestarias".
El Ministerio de Defensa también requerirá de una mayor inversión. Ya en la propuesta actual se contemplaba el incremento de su presupuesto en 39 millones de euros. Con todo, todavía se estudian aumentos aún mayores.
Por otro lado, la alta inflación y el vertiginoso aumento de los precios de la energía también harán al Gobierno invertir en más y mayores prestaciones sociales. Los planes pasan por aumentar el subsidio parental y el subsidio mínimo de vida y subsistencia.
En materia energética también se prevén medidas que traten de controlar y reducir el impacto de las subidas de precios y que, irremediablemente, supondrán una mayor inversión por parte del Ejecutivo.
Por lo pronto, el Gobierno pretende presentar una reforma al presupuesto que se ajuste más a la realidad del país, sin embargo, un contexto tan convulso como el actual viene acompañado de muy pocas certezas.
El Gobierno afirma que, en buena medida, todo dependerá de la evolución de los acontecimientos en Ucrania y, con ello, de la inflación y la crisis energética, o que se concreten los planes de la Unión Europea respecto a los refugiados y los fondos que destinará al país para ayudarlo a afrontar esta crisis.