Europa respira y Chequia se endeuda

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La deuda de la UE continúa disminuyendo mientras que el crecimiento de la checa es de los mayores del continente.

El déficit estatal viene siendo uno de los principales asuntos de la política nacional en los últimos tiempos. El propio Gobierno de Petr Fiala se marcó el saneamiento de las finanzas públicas como objetivo prioritario para la presente legislatura, pero, hasta el momento, parece que el ejecutivo aún no ha podido avanzar en esta dirección.

Así, si en el primer trimestre de 2023 la deuda de la Unión Europea (UE) cayó al 83,7 % del producto interior bruto (PIB) desde el 87,4% del pasado curso, la deuda checa aumentó hasta el 44,5% en dicho período.

Petr Dufek | Foto: Česká televize,  ČT24

"El aumento continuo de la deuda también está haciendo subir a la República Checa en el ranking de endeudamiento. Justo antes del Covid era el cuarto país menos endeudado, pero ahora es el noveno. Dados sus planes presupuestarios, está claro que esta tendencia continuará en los próximos años”, señaló Petr Dufek, economista jefe de Banka Creditas.

En esta línea, Chequia continúa ubicándose entre los países menos endeudados de la UE. Sin embargo, el crecimiento de la propia deuda, de 1,7 puntos porcentuales con respecto al curso pasado, la ubica como el segundo país de la Unión que más rápido se está endeudando.

"Todavía podemos decir que la deuda de la República Checa se encuentra entre las más bajas, o que no es ni la mitad en comparación con la eurozona, pero la tendencia de los últimos años muestra cuán fácil y rápidamente se puede acumular deuda. Al final, no se trata tanto de la clasificación, sino, sobre todo, de la disposición de los prestamistas para financiar tal endeudamiento”, añadió Dufek.

Las normas fiscales de la UE, conocidas como Pacto de Estabilidad y Crecimiento, exigen una deuda pública que no supere el 60% del PIB, junto a un déficit presupuestario de un máximo del 3% del mismo. Con todo, Bruselas suspendió la vigencia de este pacto en 2020 ante los efectos económicos de la pandemia de Covid, ampliando más tarde esta medida ante la crisis desatada por la guerra en Ucrania.