Chequia expulsa al encargado de negocios de la Embajada rusa
El Ministerio de Asuntos Exteriores anunció la expulsión del segundo cargo más relevante de la misión diplomática rusa en Praga. Feodosi Vladishevski, quien según analistas actuaba como agente de los servicios secretos rusos, recibió la orden de abandonar el país en 72 horas.
A lo largo del martes y el miércoles se ha conocido la expulsión de decenas de diplomáticos rusos de Países Bajos, Bélgica, Irlanda y también uno de Chequia, que se suman así a las ordenadas con anterioridad por, básicamente, antiguos países satélites de la URSS como Polonia o Bulgaria, o directamente exrepúblicas soviéticas como Estonia, Letonia y Lituania.
Que las expulsiones coordinadas de estos países en reacción a la invasión de Ucrania hayan sido mucho más numerosas que la checa se explica por el hecho de que tras la crisis diplomática por las explosiones de Vrbětice, la misión diplomática rusa ya quedó seriamente reducida el año pasado.
Entrevistado por la Televisión Checa, el analista del Centro de Valores Europeos para la Política de Seguridad, David Stulík, confirmó que el encargado de negocios de la Embajada rusa expulsado, Feodosi Vladishevski, era agente de los servicios secretos del Kremlin. Para Rusia es habitual colocar a estos agentes en posiciones diplomáticas de relevancia, comentó.
“Muy a menudo los servicios de inteligencia rusos envían a su gente precisamente a las posiciones más altas porque es donde están más protegidos. Nadie quiere expulsar a un embajador porque es un gran escándalo. Pero eso era así en tiempos de paz; ahora, en guerra, en conflicto con Rusia, nadie se va a sorprender por la expulsión de altos cargos”.
La pregunta podría ser por qué no se va más allá en estos momentos en los que Rusia no solo se muestra hostil contra Ucrania, sino también con la gran mayoría de estados europeos.
“Siempre es bueno mantener las relaciones. Incluso Ucrania sigue manteniendo relaciones diplomáticas con Rusia. Nosotros, en 2020, propusimos que la representación rusa se limitara al embajador y a su conductor. Así que también se podría reducir al encargado de negocios o denegar la credencial al nuevo embajador, con lo que en el país se quedaría en su lugar el encargado de negocios, lo que en este caso ya no es posible porque ese señor ha sido expulsado”.
Estos agentes de alto rango diplomático, explicó Stulík, acuden a actos sociales y conferencias, donde entran en contacto con diversas personas a las que posteriormente estudian a fondo para valorar si se les puede tentar para colaborar con los servicios secretos. Investigan si tienen problemas financieros o familiares, o si sienten debilidad por productos de lujo, por ejemplo. Pero estos agentes también extienden la red de informadores entre la propia colonia rusa, explicó Stulík.
“En la República Checa hay más de 40 000 rusos, gente llegada de la Federación Rusa por diferentes motivos. Pueden ser estudiantes, empresarios, expertos informáticos… Y pueden tener familia en Rusia. No hay problema en usar esto como medida de presión para obligar a estas personas a algún tipo de colaboración. Por supuesto, la inteligencia checa no siempre consigue descubrirlos ni hay capacidad para investigar a esas 40 000 personas. Se trata más bien de captar alguna información y seguir la pista y los contactos para llegar a descubrir a estas personas”.
Como es habitual en estos casos, el Kremlin anunció que reaccionará contra Chequia y el resto de países que han expulsado diplomáticos rusos en los últimos días. La tensión a nivel diplomático entre Praga y Moscú ya iba creciendo, lo que llevó en la noche del sábado a que el viceministro de Relaciones Exteriores, Martin Smolek, llamara a consultas al embajador de Rusia, Aleksandr Zmeyevski, para tratar lo que consideran provocaciones de los órganos rusos hacia los trabajadores de la misión checa en Moscú.