Cineasta esloveno Olmo Omerzu considera Praga su ciudad de inspiración
Olmo Omerzu es un cineasta exitoso de Liubliana que hace ya años que vive en Praga, donde ha asentado su carrera artística. Sus lugares preferidos de la ciudad lo han inspirado en su obra.
El cineasta esloveno Olmo Omerzu hace ya quince años que vive en Praga, un periodo de tiempo en el que ha estrenado películas muy exitosas como Winter Flies, o Bird Atlas, su trabajo más reciente. En una entrevista con Radio Praga Internacional, Omerzu ha hablado sobre su experiencia en Praga, sobre los sitios que considera más especiales y sobre su día a día en la ciudad.
Al ser preguntado por uno de los puntos más relevantes para su carrera profesional en la ciudad, el cineasta lo tiene claro: escoge el café Kolektor en el Palacio Veletržní o Palacio de Ferias, en Praga 7, antes conocido como Café Jedna. Según explica, es desde donde suele trabajar en sus nuevos proyectos. Y es que, aunque no sea un gran fan de las cafeterías, este es el único lugar donde consigue concentrarse.
Destaca el eco de las voces, que le ayuda a ser productivo, y el espacio y la luz natural y tenue que entra al final de la tarde. Es un sitio agradable, apunta Omerzu. Además, a diferencia de Eslovenia y otros países, el artista explica que en la República Checa no te piden prisa para irte de la mesa, ni tampoco te presionan para que consumas más. Eso, apunta, ha favorecido sus trabajos cinematográficos.
Olmo Omerzu es originario de Liubliana, pero se mudó a Praga cuando tenía 18 años para estudiar en la escuela de cine FAMU. Al acabar su carrera volvió a Eslovenia, pero destaca que echaba mucho de menos la capital checa, donde tenía más posibilidades de triunfar en el mundo cinematográfico y donde había construido una comunidad estrecha.
“Cuando terminé la escuela volví a Liubliana y viví allí durante un año, pero me di cuenta de que, en cierto modo, añoraba Praga. Eso fue muy extraño para mí, pero de alguna manera es lógico, porque yo era muy joven cuando me mudé a Chequia, y estuve estudiando aquí durante siete años. En Praga obtuve un espacio de trabajo y conocí a mis verdaderos amigos. Esa fue la razón por la que me mudé de regreso".
En ese mismo momento también terminó sus estudios con un largometraje llamado A Night Too Young, que estrenó en la sección Fórum de la Berlinale. Con ello, estableció su carrera en la República Checa. Además, explica, hasta día de hoy no ha hecho ninguna película en idioma esloveno.
En lo que respecta a la ciudad, Omerzu lo tiene claro: le ha ofrecido trabajo y oportunidades laborales. Explica que se siente muy feliz de poder filmar sus películas aquí, algo que considera muy generoso porque no es nacional. Además, le gusta mucho Praga, donde también ha conocido a su actual esposa, la música, compositora y editora de cine Monika Omerzu Midriaková, originaria de Eslovaquia.
“Es muy interesante que seamos los dos extranjeros, compartimos una experiencia similar. Praga es una ciudad muy intensa. Es cierto que lo sentí más al principio, cuando era más joven, en mis primeros años. Y, aunque estaba nostálgico a veces, Praga me hacía sentir muchas cosas. Recuerdo los períodos de invierno, lo oscuro que estaba y lo extraño que me parecía. Hasta tuve la sensación de que la ciudad tenía esta atmósfera oscura. Pero sí, me gustaba y me gusta mucho”.
Otro sitio que Olmo Omerzu considera destacable de la capital checa es la librería del Palacio de Ferias, la joya funcionalista que alberga las colecciones modernas de la Galería Nacional Checa. Para él es muy importante inspirarse en otros artistas, por lo que siempre que viaja intenta buscar librerías de arte. Considera que esta tiene una selección interesante, especialmente de autores que hacen fotos o arte contemporáneo.
Además, el cineasta esloveno destaca la arquitectura de este edifico que, según explica, en algún momento le ha llamado más la atención que algunas pinturas de arte colgadas en sus paredes.
Otro punto que considera relevante para su vida y su carrera profesional en Praga es el café-bar Kavárna Liberal, en el extremo inferior del distrito de Letná. Este sitio se ha convertido en un sitio de encuentro 'hipster' en los últimos años, y del cual Olmo Omerzu es un habitual.
“Una de las razones por las que me gusta este lugar es por la diversidad de las personas que vienen aquí. Hay gente que conozco, que son de la escena artística, pero también otra mucha que no. Me gusta esta mezcla, y el hecho de que un bar o cafetería pueda ser un punto de encuentro de diferentes puntos de vista y experiencias. Me siento muy cómodo aquí. También me gusta su decoración, ya que no es este típico estilo minimalista de bar hipster que ahora está más o menos en todas partes. Tiene algo de autenticidad”.
Por ello, Omerzu, aunque viva en Dejvice, pasa mucho tiempo en Holešovice, sobre todo para tomar una cerveza o un café. Explica que hay dos razones para ello: la primera, porque tiene tiempo de pasear por el parque Letná o por el Stromovka; y la segunda, porque no tiene bares y cafeterías favoritas en el barrio donde vive.
No obstante, apunta, le gusta mucho Dejvice también y el hecho de que sea un barrio real, de gente que hace mucho tiempo que vive allí. Su percepción de Holešovice, y especialmente del distrito de Letná, es que están muy de moda y hay mucha gente joven viviendo allí, sobre todo estudiantes, algo que le transmite una sensación de temporalidad.
Vivió durante años al otro lado del río, pero se mudó buscando espacio, calles anchas y parques cercanos, ya que necesita salir a pasear diariamente.
"Soy una persona que necesita salir a caminar. Para mí caminar es la parte más importante del día. De hecho, me di cuenta de que estoy sentado, trabajando en un guion o en algunas ideas para películas, pero luego necesito caminar. Por lo general, resuelvo un problema que tengo en mi escritorio. Siempre lo resuelvo caminando. Así que tengo estas largas caminatas de una o dos horas en las que puedo concentrarme solo en esta única cosa. Ni siquiera veo lo que sucede a mi alrededor".
Para el cineasta vivir en un espacio como Dejvice es como estar en un oasis, ya que siempre que lo necesita puede alargar la caminata sin tener que irse lejos. Así pues, aunque no sea un lugar de la ciudad donde haya vida nocturna, su barrio es una parte crucial de su carrera artística.
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