Praga ya cuenta con su primer centro comunitario LGBT+
La capital checa acoge el primer centro comunitario LGBT+ de todo el país. Recientemente inaugurado, su propósito es ofrecer un espacio “seguro y respetuoso para todo el mundo”.
En pleno corazón de Praga, a unos escasos metros de la Plaza de la Ciudad Vieja, en el número 18 de la Calle Železná, se encuentra The Rainbow House, el nuevo centro de la comunidad LGBT+ en la capital checa. El proyecto, recientemente inaugurado, está impulsado por la plataforma Prague Pride y, además, se trata de una iniciativa pionera en el país, siendo el primer centro de estas características en Chequia.
La apertura de esta Rainbow House supone un paso más dentro del incansable activismo que Prague Pride viene desarrollando en favor de las minorías sexuales desde hace años. El nuevo centro comunitario es la consecución de su voluntad por crear un espacio “seguro y respetuoso” para todo el mundo, algo a lo que aspiraban desde hace ya tiempo y que ahora finalmente se hace realidad.
Tom Bílý, director de Prague Pride y ahora también a cargo del nuevo centro, reflexionó para Radio Praga Internacional acerca de lo que supone este nuevo punto de encuentro, qué ofrecerá a sus visitantes o su perspectiva acerca de la situación del colectivo en el país.
“La misión de Prague Pride es crear un entorno seguro y respetuoso para todos. Las personas pueden ser ellas mismas allí independientemente de su orientación o identidad de género. Durante muchos años nuestra organización soñó con crear un lugar de encuentro comunitario que ofreciera a las personas LGBT + una amplia gama de actividades durante todo el año. Eso finalmente se está convirtiendo en realidad en este momento".
Además de contar con un emplazamiento privilegiado en pleno centro de la ciudad, Rainbow House ofrece eventos y actividades de diversa naturaleza: desde debates y encuentros comunitarios hasta videojuegos, pasando por una pequeña biblioteca. Incluso los más pequeños tienen su propio espacio con un área infantil diseñada para tal efecto. Se trata de unas instalaciones con capacidad para unas cuarenta personas a las que el centro busca sacar todo el partido posible.
“Nuestro centro comunitario consta de dos partes principales. La primera de ellas es nuestro llamado 'salón', que está diseñado para organizar varios eventos comunitarios: debates, veladas, proyecciones o grupos de apoyo. Tiene una cómoda capacidad de unas 40 personas. La segunda parte de nuestro centro comunitario es la llamada 'casa club', que principalmente es un lugar para relajarse y acoger reuniones de grupos más pequeños de personas. También ofrece una pequeña biblioteca, una amplia gama de juegos de mesa, PlayStation o gramola. También hay un rincón para niños y una mesa de maquillaje, etcétera".
Bílý se muestra emocionado por la consecución de este ansiado espacio de encuentro pero en ningún momento aparta la vista del futuro. Es consciente de la complejidad y dedicación que se necesita para que un proyecto de este calado pueda funcionar, partiendo, por ejemplo, de algo tan esencial como la parte económica. Esta necesidad de financiación hace que Prague Pride explore constantemente nuevas posibilidades y trate de sellar acuerdos de patrocinio o colaboración con diferentes organizaciones. Bílý afirma que cuentan con infinidad de ideas y proyectos que les gustaría llevar a cabo pero que también, para ello, resulta imprescindible contar con los medios necesarios, es decir, fondos.
“Alquilamos este lugar a la ciudad de Praga. El alquiler aquí no es bajo, así que tenemos que encargarnos de la financiación, por supuesto. Lo estamos intentando. Tenemos algunos socios, algunos patrocinadores, también tenemos algunos proyectos educativos y subvenciones, pero todavía estamos buscando socios. Porque como dice mi colega: nos gustaría tener un Porsche aquí, pero ahora mismo tenemos un Trabant. Tenemos muchas ideas para nuestro centro comunitario y estamos buscando socios que quieran apoyarnos".
Bílý también reflexionó acerca de la importancia de contar por primera vez con un centro de este tipo en el país. Desde las principales capitales europeas surgen cada vez más iniciativas que buscan reivindicar los derechos de un colectivo que en Chequia cobra cada vez más fuerza. De hecho, tal y como apunta Bílý, Praga representa en la actualidad una suerte de refugio para los colectivos de otros países periféricos con una legislación mucho más estricta y conservadora a este respecto, tales como Hungría o Polonia.
“En algunas ciudades, los organizadores del Orgullo tienen estos centros comunitarios; en otras ciudades son organizaciones de apoyo LGBT+. Así que realmente varía de una ciudad a otra. Estoy muy feliz de que también en Praga ahora tengamos un centro comunitario, porque Praga es como un centro para personas LGBT+ en Europa Central y Oriental y todavía no había un lugar comunitario como este".
ILGA Europa, que reivindica los derechos del colectivo LGBT+ en el continente, publica anualmente un ránking de países basado en sus respectivas prácticas legales y políticas a este respecto. Chequia ocupa el puesto 33 de 49, obteniendo una tibia puntuación de 26 sobre 100.
El asunto también es fruto de un agitado debate social que también alcanza a la esfera política. Sin ir más lejos, coincidiendo con el pasado Día del Orgullo en la propia Praga, fue realmente sonado el enfrentamiento entre Zdeněk Hřib, alcalde de la ciudad, y el presidente Miloš Zeman, quién criticó abiertamente esta cita.