1) El Museo Técnico Nacional exhibe piezas únicas a nivel mundial
El Museo Técnico Nacional representa una de las cinco instituciones más antiguas del mundo de su género y recorre cinco siglos del desarrollo tecnológico y científico.
Situado en la planicie de Letná, en Praga, el Museo Técnico Nacional es un verdadero paraíso para todos los aficionados al mundo de la tecnología y una sorpresa para el público laico. En sus 14 000 m² distribuidos en siete plantas, los visitantes pueden recorrer una veintena de exhibiciones permanentes dedicadas a numerosos sectores, desde la astronomía, la aviación, el transporte hasta las nuevas tecnologías.
Las primeras menciones sobre la institución datan del siglo XVIII, tras el nacimiento de la Unidad para Avivar la Industria de las Tierras Checas. El responsable por su fundación fue el etnólogo checo Vojtěch Náprstek, explicó a Radio Praga Internacional el director del Museo Técnico Nacional, Karel Ksandr.
“En 1862, Náprstek abrió el primer Museo Industrial. La idea no fue reunir artefactos que ya habían dejado de servir, sino exhibir tendencias tecnológicas de la época. Náprstek trajo a Praga la primera máquina de coser con pedal, la olla de Papin, etcétera. Colaboró asimismo con el Club Americano de Damas donde exhibía artefactos que traía de las exposiciones de todo el mundo”.
La primera exhibición permanente de la institución se inauguró en 1910 en el Palacio de Schwarzenberg en Praga. Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis convirtieron el palacio en un museo militar y guardaron las piezas industriales en el edificio de Invalidovna. En 1948, las colecciones fueron trasladadas al actual edificio en Letná, que había sido construido con el apoyo financiero de importantes empresarios checoslovacos con el fin de lucir las tendencias actuales de la época, destaca el director.
“Me permito mencionar a Václav Klement de Mladá Boleslav, fundador de la empresa Laurin a Klement, hoy conocida como Škoda Auto, que dedicó una enorme cantidad de dinero y estos recursos se reflejan en la calidad del edificio hasta la actualidad”.
Cinco siglos en siete plantas
La sección dedicada a la astronomía ofrece una mirada a la época del emperador Rodolfo II de Habsburgo, conocido por su afición a la ciencia. Una muestra ofrece, por ejemplo, un conjunto de dibujos, mapas e instrumentos astronómicos del siglo XVI, algunos de ellos elaborados probablemente por los renombrados astrólogos Johannes Kepler y Tycho Brahe.
Por su parte, la historia del automovilismo, la aviación y el transporte marítimo y ferroviario está documentada por elementos únicos, como el vagón imperial del Emperador Francisco José I de Austria, del año 1891. El aristócrata solía viajar en un tren especial, fabricado en Praga, de cuyos ocho vagones se ha conservado solamente uno que se encuentra en el museo. Los visitantes tienen la oportunidad de ver asimismo el primer automóvil de fabricación checoslovaca NW President, del año 1898, así como otras joyas de procedencia internacional, prosigue el director.
“Tenemos un Mercedes de carrera dorado, que se fabricó solamente en ocho ejemplares, de los que se han conservado dos. Este coche representa un gran avance tecnológico, ya que su carrocería y su bloque de motor están hechos de aluminio. También disponemos de los vehículos más antiguos de las marcas Bugatti y Audi del año 1911, que tienen un gran valor en términos de la historia mundial”.
Las camionetas de la marca checa Tatra recuerdan los grandes momentos de la historia nacional. El modelo Tatra 87 sirvió a los s viajeros checoslovacos Miroslav Zikmund y Jiří Hanzelka para recorrer África y América del Sur. Por su parte, la camioneta Tatra T 815 representa otro vehículo memorable, ya que el piloto checo Karel Loprais conquistó con ella el Rally París-Dakar en tres ocasiones. La pieza más valiosa de la serie es el Tatra 77, el primer vehículo aerodinámico, fabricado a finales de los años treinta del siglo XX por el renombrado diseñador Hans Ledvinka. El museo recuerda asimismo los vehículos de fabricación checoslovaca que celebraron éxito en todo el mundo.
“Por ejemplo, la empresa Ringhoffer fabricaba vagones y se especializaba en berlinas para reyes y zares. Estos vagones circulaban en Brasil, Egipto, Rusia y Bulgaria. Esto indica que el desarrollo tecnológico checoslovaco de la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX marcaba ritmo al mundo”.
Los inicios de la aviación
La aviación checoslovaca es representada por el avión diseñado por Jan Kašpar, con el que realizó en 1911 el primer vuelo de larga distancia desde Pardubice a Praga. La institución presume asimismo de aviones de combate de la Primera Guerra Mundial, entre ellos el modelo Anatra de fabricación rusa, el único modelo que se ha conservado. La aviación de la Segunda Guerra Mundial la recuerdan, entre otros, el Supermarine Spitfire LF del año 1945, con el que los aviadores checoslovacos regresaron desde Gran Bretaña a su patria tras ser liberada de las garras nazis.
“Todos los demás modelos de este avión se vendieron a Israel. Este es el único ejemplar que se quedó en Chequia, ya que a la hora de la venta tenía un ala dañada y no pudo volar. Mientras tanto, cambió el régimen y esta paradoja de la historia causó que el avión permaneciera aquí”, señaló el director.
Los dramáticos momentos de la Segunda Guerra Mundial los representa asimismo un panel de control de la Radio Checoslovaca desde donde se transmitió la memorable llamada de ayuda del 5 de mayo de 1945.
El museo ofrece una mirada a los inicios de la cinematografía. La pieza más valiosa es un trozo de la cinta cinematográfica más antigua del mundo, procedente del taller del pionero del cine de animación francés Émile Reynaud, que la había inventado antes de que los hermanos Lumiére asombraran al mundo con sus inventos, señala Karel Ksandr.
“Los hermanos Lumiére después perfeccionaron este invento, utilizando la cinta de celuloide. Es un artefacto enormemente valioso. Su segunda parte se encuentra en París. En 2015, ambas piezas fueron declaradas monumentos materiales del Patrimonio Mundial”.
Un modelo de un estudio fotográfico del siglo XIX ofrece una colección de equipos de la época. Lo m8s valioso es una fotografía tomada por el mismo inventor de la fotografía, Louis Daguerre. La sección Interkamera da a conocer los procesos fotoquímicos de la fotografía en color y el funcionamiento de la fotografía digital. Los visitantes pueden probar también el funcionamiento de varias cámaras del siglo pasado. Por su parte, la sección dedicada a las técnicas de espionaje muestra los inicios de la dactiloscopia, la balística o la codificación de documentos y ofrece un recorrido interactivo que consiste en búsqueda de una cámara oculta, escucha de una conversación secreta, desbloqueo un candado de seguridad o resolución de un mensaje cifrado.
El museo no ofrece solamente una mirada histórica, sino también la actual, prosigue el director Ksandr.
“Siguiendo el legado de Vojtěch Náprstek, exhibimos también piezas modernas. Recientemente, recibimos el primer coche eléctrico fabricado por Škoda Auto. Nuestra tarea es presentar comodidades técnicas de calidad relacionadas con el presente y el futuro”.
El Museo Técnico Nacional planea para el año 2028 la apertura de una nueva sucursal dedicada a la historia ferroviaria en antiguo depósito de locomotoras en la Estación Masaryk, en Praga, que ofrecerá más de 150 locomotoras de vapor, vagones de la época de la Primera República y trenes de la Segunda Guerra Mundial.