Policías y soldados checos podrían ir a vigilar las fronteras de la UE en Hungría
El primer ministro, Andrej Babiš, propuso que fuerzas checas vayan a la frontera entre Hungría y Serbia para evitar la entrada de inmigrantes ilegales en la Unión Europea. La petición surgió del propio presidente del Gobierno húngaro, Viktor Orbán, durante la visita oficial de Babiš a su país. Praga, además, regaló doce carpas militares de campaña a Hungría.
Medio centenar de policías y soldados checos podrían ser destinados a la frontera de Hungría con Serbia de ratificar el Gobierno la propuesta del primer ministro, Andrej Babiš. Este se encontró con su homólogo Viktor Orbán precisamente en la frontera sur del país. Allí, a lo largo de los 175 kilómetros de confín compartido con Serbia, y en otros 200 kilómetros de la frontera con Croacia, se levantan dos vallas paralelas con alambre de espino, cuchillas, cámaras térmicas y guardias a caballo.
Desde el propio pasillo que separa las dos vallas, el primer ministro checo elogió las instalaciones y apeló a la Unión Europea a que siga el ejemplo húngaro en sus fronteras exteriores.
“Así debería ser la valla entre Grecia y Turquía y la protección del continente europeo en el mar”.
Babiš subrayó que la frontera del espacio Schengen en Hungría funciona bien y que la valla construida durante la crisis migratoria de 2015 protege también a la República Checa.
El Ministerio del Interior checo, de hecho, considera que la ruta migratoria de los Balcanes está en un periodo de estabilidad, igual que la situación dentro de la República Checa. De hecho, la mayoría de los casos descubiertos de extranjeros sin los papeles en regla se trata de ciudadanos ucranianos.
Desde Hungría, sin embargo, se alerta del aumento de intentos de cruzar su frontera tras el parón que, también en este caso, supuso la epidemia de COVID en 2020.
Babiš advirtió de un aumento de la inmigración ilegal como consecuencia de la situación en Afganistán, Siria y Libia y reiteró la postura del Gobierno checo de que la ayuda a estas personas debe realizarse en sus países o en otros cercanos, pero no con la acogida de refugiados.
Orbán, por su parte, fue un poco más allá asegurando que la Unión Europea no tiene intención de proteger las fronteras.
Los dos primeros ministros también apoyaron la ampliación de la Unión Europea hacia los Balcanes Occidentales, así como el espacio Schengen.
No será esta la última vez que Babiš y Orbán se encuentren antes de las elecciones parlamentarias checas. La semana que viene el primer ministro húngaro visitará la República Checa e incluso la región de Ústí nad Labem, donde Andrej Babiš encabeza la candidatura del movimiento ANO a la Cámara de Diputados.