Virólogos quieren plantear al Gobierno cerrar las fábricas varios días
El virólogo Petr Smejkal, miembro del Consejo del Gobierno sobre Riesgos Sanitarios, avanzó que podrían plantear al Gabinete de Andrej Babiš un cierre de la industria por unos días para acelerar el descenso de la incidencia diaria. Roman Prymula, consejero del presidente Zeman, no ve tan claras las ventajas. El Gobierno pedirá esta semana la prolongación del estado de emergencia.
Dos de los epidemiólogos más importantes en la toma de decisiones del Gobierno durante la pandemia, el actual consejero del presidente de la República y exministro de Salud, Roman Prymula, y el miembro del Consejo del Gobierno sobre Riesgos Sanitarios, Petr Smejkal, se dieron cita este domingo en la Televisión Checa para debatir sobre el momento actual del coronavirus, las restricciones o la vacunación.
Petr Smejkal avisó de que la situación en los hospitales tardará más tiempo en mejorar de lo esperado debido a las características de la cepa británica.
“Parece que el número de pacientes hospitalizados se estanca o disminuye levemente, aunque hay que esperar unos días para confirmarlo. Pero tengo que destacar que, mientras que ya se da un descenso de los nuevos casos diarios, el de los enfermos hospitalizados será más lento que en otoño porque ahora los pacientes son más jóvenes y el virus no es otro, pero sí es otra variante, la británica, y esperemos que no haya más. Por eso, desgraciadamente, la presión hospitalaria va a durar más pero parece que ya ha pasado lo peor”.
Smejkal, epidemiólogo principal del Instituto de Medicina Clínica y Experimental, el IKEM, reconoció la semana pasada haber rechazado remplazar a Jan Blatný como ministro de Salud. Smejkal destacó en la Televisión Checa que los frecuentes cambios personales en cargos importantes en el Ministerio de Salud, no solo al frente de la cartera, no ayudan en la lucha contra la epidemia.
Smejkal avanzó que probablemente recomendarán al Gobierno cerrar las fábricas varios días antes o después de los cuatro días festivos seguidos por la Pascua.
“Tenemos cerradas las escuelas, los teatros o los cines, pero la industria sigue en marcha. Varios de mis colegas proponen si no sería bueno parar las fábricas solo unos días antes o después de las fiestas de Pascua. El efecto de esos días más sumados a los de Semana Santa tendría un efecto importante en la carga viral en la sociedad y ayudaría mucho”.
Roman Prymula, sin embargo, se mostró reticente a ello y cree que se podrían buscar soluciones menos drásticas, expuso.
“La situación es que el descenso de la incidencia semanal era de un 8%, ahora es del 13%, lo que está muy bien, pero si lo extrapolamos a que tenemos una incidencia de 10 000 casos diarios y tenemos que bajar a 3000, quiere decir que nos llevará casi 8 semanas. La cuestión es si un cierre tan breve tendría un efecto tan grande. Más que cerrar la industria, buscaría dónde están los problemas en concreto. Creo que los contagios no se dan en la industria en todo momento, sino en las pausas, por ejemplo, en las comidas, cuando los trabajadores se quitan la mascarilla y están en un régimen completamente distinto. Yo me centraría en eso, de momento no soy partidario de parar la industria”.
Petr Smejkal coincidió con Prymula en que el momento de la comida se está demostrando como el de mayor riesgo en las fábricas. En cualquier caso, considera el consejero del Gobierno que, por lo general, los cierres no son el camino en la actualidad, sino los test.
“Tenemos que ser más listos, como tendríamos que haberlo sido tantas veces antes, y el camino son las pruebas masivas de COVID. Con respecto al año pasado tenemos la ventaja de tener a una parte de la población vacunada. Si en abril se empiezan a poner de verdad cien mil vacunas al día, para finales de mes tendremos cuatro millones de vacunados. Además, una buena parte de la población ya ha pasado la enfermedad, así que el virus se encontrará una barrera de inmunidad. Por otro lado, siempre querrá mutar, es como un ladrón que se disfraza. Con eso debemos estar muy atentos, para descubrir estas mutaciones muy rápido y no suceda lo de enero, cuando nos sorprendió por qué no bajaba el ritmo reproductivo básico, y era porque teníamos otra variante del virus”.
Las segundas dosis podrían ponerse hasta 42 días después
Smejkal también anunció los cambios que se están considerando en la estrategia de vacunación. Siguiendo el modelo británico, a partir de ahora, la fecha de la segunda dosis de la vacuna podría darse con un intervalo de hasta 42 días, para así tener al máximo número de personas inmunizadas posible, aunque sea de forma parcial.
El cambio aún no está decidido pero, por ejemplo, Roman Prymula también cree que es acertado. Según el exministro, de esta forma se podría rápidamente bajar la mortandad en un 75%.
Los dos expertos no estuvieron de acuerdo, sin embargo, en lo relativo a la vacuna rusa Sputnik V. Para Smejkal es indispensable que dé primero el visto bueno la Agencia Europea del Medicamento y, aunque no dude que se trate de una buena vacuna, considera que la Federación Rusa utiliza la vacuna con fines políticos.
Prymula, por el contrario, considera innecesario que las autoridades checas o europeas tengan que estudiar la vacuna para aprobarla, porque para la República Checa la oportunidad era conseguirla ahora, antes que otros países, y que para cuando esta se apruebe ya no habrá cantidades importantes de Sputnik V para Chequia.
Hamáček: “Las restricciones de movimiento podrían levantarse el 11 de abril”
Por su parte, el Gobierno tiene que pedir este viernes la prolongación del estado de emergencia, que la oposición está reacia a otorgar. El ministro del Interior, Jan Hamáček, se mostró este domingo confiado en la Televisión Prima en que bastaría prolongarlo por dos semanas más desde el 28 de marzo, y que después ya se podría levantar, por ejemplo, el cierre perimetral de distritos, si se llega a una incidencia diaria por debajo de 5000 casos.
Poco después, en la Televisión Checa, la ministra de Finanzas y viceprimera ministra, Alena Schillerová, anunció que el Gobierno se había puesto de acuerdo en pedir la prolongación, más bien, por 30 días más.