“Antes de levantar restricciones es necesario vaciar los hospitales”
En la República Checa volverán a abrir papelerías y tiendas de ropa para bebé, pero la prioridad del ministro de Salud es mantener las restricciones actuales hasta que mejore sensiblemente la situación de los hospitales. El Gobierno alaba su sistema de registro para la vacunación ante el aluvión de críticas por sus fallos de funcionamiento.
Las cifras de nuevos infectados de coronavirus siguen bajando en Chequia desde hace algo más de una semana. También baja el número reproductivo, que se mueve alrededor de 0.7, lo que hace prever una mejoría generalizada en las próximas semanas.
El problema es que las cifras tanto de nuevos positivos en el país, así como la de fallecidos, superándose casi todos los días de 2021 las 150 muertes, son de las más altas del mundo en lo que va de año. A pesar del importante descenso de los últimos días, siguen siendo índices elevados cuando se comparan con otros países europeos que están imponiendo toques de queda más duros que el de Chequia o confinamientos, por ejemplo. De hecho, nunca antes ha habido tantos casos activos de coronavirus en la República Checa como ahora, cuando se rozan los 145 000. Es de prever que a los hospitales seguirán llegando importantes cantidades de pacientes que requieran ser ingresados, a pesar de que en este momento son más los que salen recuperados que los que entran.
El primer ministro, Andrej Babiš, avanzó este domingo que el Gobierno permitirá la reapertura de las papelerías y las tiendas de ropa interior o ropa y calzado para bebés desde este martes, pero que la ocupación hospitalaria no permite ir más allá.
En los mismos términos se expresó el ministro de Salud, Jan Blatný, en rueda de prensa.
“Ahora es necesario vaciar los hospitales para que estén preparados para recibir tanto a pacientes con COVID-19 como para poder volver a atender a todo el resto de ciudadanos con sus enfermedades habituales. Por eso, no esperemos ningún cambio radical en las restricciones durante la semana que viene”.
Este lunes se encuentran hospitalizadas 6330 personas con coronavirus en el país, de ellas, 1081 están en estado grave.
El presidente de la Cámara de Médicos Checa, Milan Kubek, criticó al gobierno este domingo en el canal CNN Prima News por haber levantado las restricciones a principios de diciembre. Para él, esta ola de enfermos que tiene a muchos hospitales del país al borde de su capacidad, “era completamente innecesaria”, dijo.
Un tercio de los mayores de 80 años ya está registrado para vacunarse
Kubek también criticó la falta de previsión del Gobierno y recordó que, si el objetivo es vacunar al 70% de la población antes de que empiece el otoño, tendrán que abrirse cuanto antes grandes centros de vacunación también en las regiones, no solo en Praga y Brno.
“Esto es algo que solo pueden conseguir grandes centros de vacunación apoyados por equipos móviles, etc. De no haber sido por los hospitales, no se habría empezado a vacunar. Hay que decirlo como es, porque no se había preparado absolutamente nada”.
Para lograr ese objetivo, habría que vacunar a 70 000 personas al día desde marzo, calcula Kubek.
En el sistema de registro lanzado el viernes por el Gobierno, hasta este lunes por la mañana se habían registrado más de 155 000 personas de más de 80 años, las únicas que pueden hacerlo de momento. De ellas, 45 000 ya tienen cita de vacunación. Este grupo prioritario lo conforman un total de 441 000 personas. Cuando los interesados hayan recibido su vacuna, se podrá empezar a bajar la edad de los vacunados.
Las caídas de la página del Ministerio de Salud por la saturación del sistema de registro, el retraso en los mensajes SMS con los códigos o los distintos problemas al rellenar algunos campos han dificultado sobremanera un trámite ya de por sí bastante complejo para muchos ancianos.
Ante las críticas, que han sido muchas y llegadas desde muchas partes, tanto el primer ministro como el viceprimer ministro Karel Havlíček han reaccionado con una defensa sin tapujos del sistema. Babiš incluso anunció el sábado que propondría al delegado del Gobierno para la Digitalización y Tecnologías Informáticas, Vladimír Dzurilla, para una condecoración del Estado.
Entre tanto, la vacunación tendrá que enfrentarse a un nuevo inconveniente, como es la inesperada reducción de un 40% de las dosis de la vacuna de Pfizer a los países de la Unión Europea mientras la empresa hace reformas para aumentar después su producción.
La República Checa se encontrará así con un nuevo problema logístico para poner la segunda dosis a los primeros vacunados, a los ancianos que ya han recibido cita y a la totalidad del personal médico, a quien se decidió incluir finalmente entre el primer grupo prioritario junto a los sanitarios que luchan en primera línea contra el coronavirus.
Entre las soluciones planteadas está retrasar la segunda dosis a 28 días, en lugar de los 21 recomendados por Pfizer, algo que desaconsejan distintos especialistas.