Casas impresas al alcance de la mano
La Universidad Técnica de Liberec aspira a dar un paso revolucionario en la industria de la impresión 3D desarrollando un robot con la capacidad de imprimir estructuras de edificios de varias plantas sobre el propio lugar de las obras.
Mientras que la impresión tridimensional ha llegado a numerosas industrias, en el sector de la construcción aún se encuentra en fase experimental. Hasta la fecha, se han imprimido únicamente construcciones compuestas de prefabricados impresos en fábrica.
Los expertos de la Universidad Técnica de Liberec desarrollan un dispositivo robótico capaz de moverse en el lugar de las obras e imprimir grandes estructuras de variadas formas y estructuras de tejado, explica el catedrático de la Facultad de Artes y Arquitectura de la Universidad Técnica de Liberec, Jiří Suchomel.
“Logramos obtener una subvención de cientos de miles de euros para un periodo de cuatro años, durante los que estamos desarrollando un robot único con la función de impresión 3D de estructuras de hormigón. Ahora estamos imprimiendo estructuras de hormigón sencillas para investigar el comportamiento del material, su interacción con el robot y su estática. Esta tecnología facilita la impresión de otras formas y proporciones que las estructuras ordinarias, más complejas y huecas, que los métodos tradicionales no permiten, o si lo hacen es de una forma muy complicada”.
Un alivio para el medio ambiente
Este método representará un alivio para el medio ambiente, que se ve afectado por la fabricación de cemento. Las estructuras de hormigón, reforzadas de una forma no convencional, reducirán el consumo de este material. Además, el robot prescindirá de grandes camionetas para ser trasladado al lugar de construcción; su tamaño le permitirá entrar fácilmente en un remolque clásico. Su brazo robótico de 5,5 metros de longitud será capaz de imprimir estructuras de hasta 11 metros de diámetro. Una de las grandes ventajas de este método es que prescinde de encofrado, ya que el robot coloca capas finas una encima de otra. El objetivo es que el margen de error de la impresión sea de dos a tres milímetros, una exactitud poco común en la industria de la construcción. Tras la impresión, las estructuras se armarán sobre el lugar como si se tratase de un juego LEGO de grandes dimensiones. Todas estas ventajas suponen reducir el costo total de la construcción. No obstante, este método revolucionario aún tiene varios retos por delante, precisa Suchomel.
“Estas construcciones de capas finas requieren otro método de cálculos estáticos y enfrentan problemas con la legislación de la construcción. Hay todavía muchas cosas por resolver. No obstante, se abre un nuevo espacio para los arquitectos, nuevas formas y nuevos pensamientos sobre la construcción. Eso es lo que me atrae”.
El ambicioso proyecto titulado 3D Star se financia a través del Programa Operativo de Investigación, Desarrollo y Educación. La investigación previa a la aplicación obtuvo más de 2,7 de millones de euros, la mayor parte procede de fondos de la Unión Europea.