El Consejo de Europa pide que se enseñe la historia del pueblo gitano en los colegios
La República Checa y otros estados del Consejo de Europa se ven presionados a incluir la historia romaní en el programa estudiantil. Esto contribuiría a la integración total de la comunidad en la sociedad.
El Consejo de Europa enfatiza la importancia de educar a los alumnos en temas relacionados con el Holocausto y la violencia que sufrió el pueblo gitano en toda Europa.
Se pide al Gobierno que incorpore actividades educativas con el objetivo de recordar la barbarie, sobre todo en días como el Día Conmemorativo del Holocausto Romaní Europeo y otros aniversarios locales.
También resaltan la importancia de presentar la historia de los gitanos de una manera positiva, así como su contribución al patrimonio cultural local, nacional y europeo.
Marie Smutná, del Instituto de Terezín, que se centra en educar a las nuevas generaciones dentro de un marco tolerante, en contra del racismo y el antisemitismo, explica por qué les parece acertada esta recomendación.
“Cuando empezamos a visitar colegios de todo el país con nuestros proyectos de derechos humanos, no encontramos ni una sola clase libre de prejuicios contra los gitanos. En ese momento nos dimos cuenta de que teníamos que hacer algo”.
Al mismo tiempo, Smutná dice que enseñar historia y cultura romaní es esencial, pero que también es importante la forma de la que se hace.
“Tengo bastante experiencia en el campo de la educación y considero que con informar no es suficiente. Es necesario un contacto más directo con la historia, como por ejemplo hablar con los miembros de las minorías y conocerlos. Debería ser un asunto a tratar a largo plazo y que se incluya en diferentes materias escolares ”.
Smutná explica el valor de educar sobre temas de respeto y tolerancia, sobre todo si hablamos de contextos étnicos. Considera que no se dedica el tiempo adecuado en los colegios, y que la mayoría de los libros de historia dirigidos a los profesores checos no dedican el espacio suficiente a la cultura romaní.
Al igual que la historia judía, los gitanos son mencionados de pasada, como si no formasen parte de nuestra historia y fuesen algo secundario.
El Instituto ha desarrollado en estos años numerosos proyectos en colegios, tanto para alumnos como para profesores. Uno de ellos, un programa de 30 horas, incluye una visita a un campo de concentración y un encuentro con miembros de la comunidad gitana.
El programa tuvo unos resultados sorprendentes. Los niños decían que su visión sobre el pueblo gitano había cambiado y que hasta que no participaron en el proyecto, no habían sido conscientes de lo poco que sabían sobre ellos.
Por último, Smutná pide que no se trate la cultura romaní como algo marginal y diferente, lo que se conseguiría educando desde el respeto en los colegios sobre la presencia gitana en nuestra sociedad.