Una web recopila por primera vez los testimonios de los supervivientes del holocausto gitano
Se estima que alrededor de medio millón de gitanos fueron asesinados durante el holocausto nazi. Una nueva base de datos accesible en internet muestra testimonios de supervivientes checos y eslovacos con la intención de acabar con el olvido, la falta de información y los prejuicios que también padecen los gitanos cuando se habla de su holocausto.
Alrededor del 90% de la comunidad gitana que vivía antes de la Segunda Guerra Mundial en lo que hoy es la República Checa murió asesinada en los campos nazis. Sin embargo, su genocidio está mucho menos estudiado y documentado que el de otros pueblos o grupos de víctimas.
Coincidiendo con el Día de Recuerdo del Holocausto Gitano, el pasado 2 de agosto, se lanzó una web en checo e inglés del Instituto de Historia Contemporánea de la Academia de Ciencias checa con testimonios y fotografías de supervivientes checos y eslovacos de lo que se conoce como el Porraimos, literalmente, la ‘devoración’.
La iniciadora y directora del proyecto, Kateřina Čapková, indicó en entrevista para Radio Praga Internacional esa falta de atención que sufre el holocausto gitano.
“Hace ocho años, cuando empecé a investigar sobre la historia de los gitanos, me sorprendió que en todo el mundo, a escala global, no hubiera ningún lugar, físico o virtual, donde se recopilaran testimonios de gitanos relacionados con la Segunda Guerra Mundial. Me sorprendió porque en la investigación de cualquier genocidio la voz de las víctimas es crucial, y diría que en el caso del Holocausto de los gitanos lo es aún más, porque, si basas tu investigación en los documentos de ese período, te encuentras con documentos que utilizan términos muy humillantes y despectivos hacia los gitanos”.
Se trata de documentos realizados por sus propios exterminadores de la administración eslovaca o del Protectorado de Bohemia y Moravia. Sin embargo, dice Čapková, faltaba la perspectiva de los propios gitanos, las mismas víctimas, como debiera ser lo normal. Estos testimonios, que provienen de todo tipo de fuentes, escritas o audiovisuales, recogidas ahora de distintos lugares y épocas, dignifican a las víctimas, recalca la historiadora. Para ese cambio de perspectiva, las fotografías son extremadamente importantes, dice Čapková.
“Estamos muy agradecidos a Jana Horváthová, del Museo de la Cultura Gitana, por compartir con nosotros las fotos. Forman parte de su colección. Originalmente son de álbumes de familiares de los sobrevivientes del Holocausto. Son sumamente preciadas para nosotros, y como se imaginarán, aún más para ellos, porque en muchos casos son las únicas fotografías de personas que fueron asesinadas durante la guerra”.
Los testimonios muestran cómo era de diversa aquella comunidad gitana. Cualquier clase de generalización o estereotipos son absurdos, dice la investigadora.
“Esas fotografías nos ayudan a destruir algunos de los prejuicios y ver lo bonita que era la comunidad. El contraste es enorme con las fotografías que se suelen utilizar para ilustrar el Holocausto de los gitanos, en las que están en los campos, a veces incluso desnudos, y son imágenes que se usan normalmente y sin ninguna clase de preocupaciones éticas. Me gustaría mucho que en su lugar se utilizaran la de los gitanos sonrientes de antes de la guerra”.
“Los gitanos no fueron víctimas pasivas”
La web muestra en mapas donde sucedieron los distintos eventos relacionados con los gitanos checos y eslovacos durante la Segunda Guerra Mundial. Pero aunque hay todo tipo de destinos, tres puntos predominan trágicamente sobre los demás: los campos de concentración de Lety y Hodonín en Chequia, y el campo de exterminio de Auschwitz, cuenta Čapková.
“La base de datos muestra bastante diversidad en las experiencias de guerra de los gitanos. Pero, al mismo tiempo, especialmente para las tierras checas, podemos decir que hay un tema muy dominante, que es Auschwitz. La gran mayoría de los romaníes y sinti de las tierras de Bohemia fueron deportados a Auschwitz. Hay que saber que solo un tercio de ellos fueron encerrados primero en Lety y Hodonín. Dos tercios fueron llevados a Auschwitz directamente desde sus hogares. Pero el objetivo de los campos de Lety y Hodonín, en cualquier caso, era reunir a los gitanos antes de ser deportados a Auschwitz”.
Los testimonios de los supervivientes gitanos a menudo son de la misma crudeza que la de cualquier otro que tuviera la desgracia de pasar por esa experiencia. Pero en su caso a veces iba incluso un poco más allá, explica la historiadora.
“En muchos de los testimonios puedes sentir que los supervivientes tienen problemas para describir lo que presenciaron porque fue mucho más allá de lo imaginable. Esto es particularmente cierto para el llamado campo de gitanos de Auschwitz, que estaba muy cerca de los dos crematorios. Los gitanos no solo se enfrentaron a las condiciones extremadamente difíciles del campo en sí, sino que también fueron testigos de las masacres de otros, especialmente de los judíos”.
En cuanto a cómo reaccionaban los gitanos ante sus opresores, en muchos de los casos no se encuentran diferencias con el resto de víctimas.
“Muchos de los testimonios atestiguan que los gitanos no fueron víctimas pasivas, sino que fueron valientes frente a la discriminación. Y como también sabemos por el contexto judío del Holocausto, la resistencia tiene muchas formas diferentes. Y también hubo resistencia en los campos para gitanos, Lety, Hodonín y Auschwitz, donde la gente intentaba ayudar a otros enfermos o a quienes tenían poco para comer, sacrificándose y dándoles parte de sus raciones. Además, tenemos bastantes casos de resistencia armada. Es muy importante recalcar que hubo importantes partisanos gitanos, no solo en Bohemia y Moravia, sino diría que especialmente en Eslovaquia. También había soldados gitanos en el Ejército Rojo o en el Cuerpo Militar Checoslovaco del general Svoboda”.
Pero sí se encuentran más diferencias en el trato de la población local hacia ellos, reflexiona Kateřina Čapková.
“En tierras checas y en Eslovaquia tenemos casos en los que el alcalde de un pueblo o los policías locales ayudaron a algunas familias gitanas para que no fueran deportadas. También hubo casos en los que se escondió a niños gitanos para salvarlos. Pero, ¿cómo debemos interpretar esto? Por un lado, podemos alegrarnos de estos casos. Pero al mismo tiempo, muestran que existía la posibilidad de ayudar y salvar a algunos gitanos de los transportes, lo que contrasta con la deportación de los judíos, donde la administración local no podía hacer ninguna excepción. Pero aunque existía esta posibilidad en el caso de los gitanos, rara vez se utilizó”.
Cree Kateřina Čapková que la base de datos es muy importante no solo para que descendientes de víctimas sepan más sobre el destino de sus antepasados o de los sitios en los que estuvieron, sino, especialmente, para cambiar la narrativa del Holocausto gitano, para que esta por fin se base en la propia visión de quienes lo sufrieron.
La base de datos en inglés se puede consultar en www.romatestimonies.com