Hace 700 años fue asesinado el último rey premislita

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Hace 700 años un asesino desconocido acabó en Olomouc con la vida del rey checo Venceslao III. La muerte del joven de 16 años significó la desaparición por línea paterna de los Premislitas, dinastía que gobernó al territorio checo durante más de cuatro siglos y medio.

Premislitas de hoy
El 4 de agosto de 1306 reinaba, según las crónicas, un tremendo calor. La ciudad morava de Olomouc era la última parada que hizo Venceslao III en el territorio checo en su campaña militar a Polonia. Después del mediodía el rey descansaba en la terraza de la residencia del decano capitular de Olomouc Budislav. Allí lo atacaron los asesinos clavándole tres puñaladas en el corazón.

La muerte de Venceslao III puso fin al reinado de la estirpe que unificó en el siglo X las tribus de Bohemia, divulgó el cristianismo en las tierras checas y modernizó el país en el siglo XIII. Los Premislistas P"emysl Otakar II y Venceslao II, abuelo y padre de Venceslao III, iniciaron lo que luego acabó Carlos IV, coinciden los historiadores.

Así opina también Zdenek Sternberk, en cuyo árbol genealógico figuran antepasados premislitas.

Muerte de Venceslao III
"Considero esta estirpe aún más significativa que los Luxemburgos, porque los Premislitas fundaron el Estado checo. Carlos IV no habría sido jamás un gobernador tan hábil y exitoso al no circular en sus venas por una mitad la sangre de los Premislitas".

Venceslao III subió al trono checo tras la muerte de su padre en junio de 1305, poseyendo a la vez la corona de Hungría y Polonia. La verdad es que no se depositaban muchas esperanzas en el jovencito despilfarrador que se abandonaba a juergas bulliciosas. Al emborracharse repartía entre hijos de la nobleza checa castillos y granjas, que al día siguiente, desembriagado, requería de vuelta. Este pudo ser uno de los motivos de su asesinato.

También pudieron mandarlo asesinar los Habsburgos que reclamaban la corona húngara y polaca. O los polacos que querían desprenderse de la hegemonía premislita. Estas son, no obstante, sólo conjeturas. Nunca se supo quienes fueron los asesinos del último rey premislita checo. Según una leyenda los guardias capturaron a uno de los asaltantes, lo trucidaron y lo echaron a los perros.

Tras la muerte de Venceslao III imperó a las tierras checas la inseguridad política. El trono checo fue asumido por un tiempo por el incapaz Enrique de Carintia. En 1310 lo sustituyó Juan de Luxemburgo, quien se casó con la hermana de Venceslao III, Elisa Premislita. El 14 de mayo de 1316 nació su hijo Venceslao, el posterior emperador romano germánico, Carlos IV.