Faunos, elfos y diablos de barro 75 años del hotel Alcron en Praga Cantos espirituales de músicos de color interpretados por cuarteto Q VOX
Duendes, elfos, diablos, payasos y otros diversos protagonistas de los cuentos de hadas habitan actualmente las salas de exposiciones del Palacete Kinski, en Praga. En ese histórico edificio se celebra una exposición con motivo del 90 aniversario de nacimiento y el 20 aniversario de la muerte de Jan Kutálek, destacado ceramista checo, autor de los mencionados personajes de los cuentos de hadas.
La exposición instalada actualmente en el Palacete Kinski es una de las más grandes que se ha montado en la República Checa en el último decenio. Ofrece lo mejor de la obra artística de Jan Kutálek, quien se hizo famoso, sobre todo, gracias a las figuras del mundo de la fantasía, que transmiten humor y el optimismo.
La muestra está dividida temáticamente, explicó la comisaria Dana Kutálková, nuera del artista.
"El visitante puede conocer, por ejemplo, secciones dedicadas a figuras inspiradas por el circo, por la mitología, por los cuentos de hadas, etc. Hay en la muestra también una sección que refleja las tradiciones populares, entre ellas, la de instalar pesebres y de confeccionar muñecos de barro en forma de músicos. Jan Kutálek creó también una serie de relieves y baldosas", dijo Dana Kutálková.
El arte popular fue la principal fuente de inspiración para Jan Kutálek. Le fascinaban también la literatura, la historia, la mitología eslava y el arte moderno. El barro que empleaba para sus trabajos, parecía bailar bajo sus manos. El artista lograba crear una admirable variedad de objetos y figuritas de arcilla. Frecuentemente recurría también a los esmaltes que le permitían crear en sus obras peculiares efectos multicolores.
Jan Kutálek había estudiado originalmente pintura y arte plástico. Sin embargo, la piedra no le acomodaba, por ser demasiado fría, como solía decir el artista. Con el tiempo fue descubriendo las inagotables ventajas de la arcilla que le posibilitaba jugar más con la forma y los colores de sus obras y trabajar hasta los más mínimos detalles de sus creaciones.
El artista recorrió muchos países de Europa, permaneciendo durante algún tiempo en Italia. Su estrecha relación hacia ese país la documentan los temas preferidos de su obra, o sea, la antigüedad y la comedia en el arte.
La colección de la obra de Jan Kutálek se encuentra situada desde 1992 en el Castillo de Svojanov, cerca de la ciudad de Policka, al Este de la República Checa. Los trabajos artísticos de Kutálek forman parte, asimismo, de las colecciones de la Galería Nacional, de la Galería Municipal de Praga, así como de otras galerías de arte en la República Checa y en el exterior.
El hotel Alcron, situado junto a la céntrica Plaza Venceslao, en Praga, cumple este año el 75 aniversario de su surgimiento. En los años treinta del siglo XX fue símbolo de lujo en Praga. Se hospedaban en él artistas, estadistas, así como hombres de grandes negocios.
El levantamiento del hotel Alcron en Praga dio inicio a una nueva etapa en la historia de la hotelería nacional. Hasta ese entonces, en la capital checa nunca había existido un hotel que ofreciera servicios de alta calidad. Los turistas adinerados preferían alojarse entonces en los hoteles de la ciudad termal de Karlovy Vary y a Praga venían sólo de excursión.
El hotel, cuya construcción fue terminada en 1932, es obra del arquitecto Alois Krofta. Para el equipamiento del hotel fueron utilizados los últimos avances tecnológicos de aquella época, tales como máquinas lavaplatos, un sistema automático de advertencia ante incendios y modernos refrigeradores.
Además de los hermosos interiores con decoraciones en oro y muebles al estilo de la época del rey de Francia, Luis XIV, el hotel ganó fama por su exquisita gastronomía y servicios de alta calidad. En el techo del edificio se construyó incluso un hotel para perros que era utilizado con suma frecuencia por los huéspedes del hotel Alcron.
En los años sesenta, durante la era comunista, el hotel se transformó en sede de diversas agencias noticiosas y corresponsales extranjeros. Los historiadores afirman que desde el hotel Alcron fue transmitida al extranjero en agosto de 1968 la primera noticia sobre la ocupación de Checoslovaquia por las tropas del pacto de Varsovia.
En el año 1989 el hotel fue sometido a una amplia reconstrucción. Desde entonces recibe anualmente a miles de visitantes que aprecian su ubicación en el centro de Praga, las hermosas vistas de la capital que se pueden ver desde el hotel, así como su ambiente que hace recordar los años treinta.
Composiciones de las épocas barroca, renacentista, así como de tiempos más recientes y música inspirada en las canciones populares figuran en el repertorio del cuarteto vocal masculino checo, Q VOX. Éste fue fundado en el año 1997 por un grupo de amigos, egresados de las academias de música de Brno y de Praga.
Hace poco, el cuarteto vocal lanzó al mercado discográfico nacional su tercer CD. Como afirma Tomás Krejcí, director artístico del elenco, los integrantes de Q VOX confían que el nuevo CD constituirá una grata sorpresa para aquellos que lo escuchen.
"Esta vez hemos optado por grabar temas que interpretamos en nuestros conciertos y fue por impulso de las personas que asistieron a esas actuaciones. Habíamos incluido en nuestro repertorio cantos espirituales de músicos de color y la reacción de los espectadores fue fantástica. Fue por ello que decidimos grabarlos", sostuvo Tomás Krejcí.
Además de conciertos individuales, el cuarteto vocal Q VOX es invitado a festivales de música celebrados en la República Checa. Según Tomás Krejcí, en los últimos años el cuarteto actúa con mayor frecuencia también en el exterior.
"Para nosotros fue especialmente interesante la invitación a Israel. Los conciertos en Jerusalén fueron un gran éxito. También hemos sido muy bien acogidos por el público en Moldavia, Alemania y Francia. En esos conciertos interpretamos tanto música antigua como temas más modernos".
Amplio reconocimiento entre los musicólogos checos adquirió el cuarteto vocal Q VOX gracias a la grabación en 2004 de sus adaptaciones de la música del destacado compositor checo de las postrimerías del siglo XIX, Leos Janácek. La grabación fue incluida en el proyecto nacional "Música Checa 2004" cuyo objetivo fue propagar la música de esta nación en el exterior.