Con familia, arbolito y regalos relacionan niños checos la Navidad
Las fiestas navideñas tocan a la puerta. Pocos niños checos que no han redactado aún sus cartas para el Niño Jesús, esperando ahora con ansiedad si les traerá en Nochebuena los regalos deseados. ¿Cómo se preparan en su casa para la Navidad y qué desean encontrar bajo el arbolito navideño? Radio Praga se lo preguntó a los alumnos de una escuela básica de Javorník, en Moravia del Norte.
Estas han sido las palabras de Linda. La familia unida, el arbolito navideño decorado y los regalos representan los sinónimos de la Navidad para la mayoría de los niños, incluyendo Pavel.
“Yo desearía una bicicleta nueva porque la vieja que tengo ya está un poco rota. Vamos a ver. Lo dejaré en las manos del Niño Jesús”.
También en la familia de Šárka decoran el tradicional árbol navideño con bolas de cristal y otros adornos.
“No exageramos con los preparativos. Estamos contentos si nos reunimos toda la familia, podemos sentarnos todos juntos y charlar disfrutando de la tranquilidad. ¿Qué desearía? Un móvil nuevo porque el que tengo ya no sirve para nada”.
Martin nos reveló qué sorpresa prepara él mismo para sus padres.“Mi mamá colecciona cuadros y candeleros para adornar la sala de estar, pues, seguramente le regalaré alguno. Y a mi papá le quisiera comprar unas películas de guerra que le gusta mirar”.
Jakub, de primer grado, y su hermana pequeña ayudan a su mamá a preparar galletas de Navidad. ¿Y qué desea del Niño Jesús?
“Yo desearía un helicóptero y un automóvil con mando a distancia”.
Eliška sostiene que en su familia practican algunas de las costumbres navideñas de los tiempos de antaño.
“Ponemos una escama de carpa bajo el plato para tener dinero el próximo año, después de la cena de Nochebuena cortamos las manzanas para ver si estaremos sanos, pero eso sólo a veces porque mis hermanas mayores ya no se interesan por ello. Claro, preparamos galletas de Navidad. ¿Cuántas especies? Llenamos toda la despensa”.
Entre las costumbres navideñas checas están también los pesebres. Los hay de todos los tipos, según cuentan los alumnos de Javorník.
“Solemos comprar figuritas de masa en el mercado o las hacemos en casa de pan de especias”.
“Desde hace cinco años tenemos un pesebre de papel, siempre lo monto yo solo, un día antes de Nochebuena”.
“Nosotros tenemos un nacimiento simple de cerámica. Lo coloco bajo el árbol navideño yo u otra persona de la familia, depende”.
El tintín de una campanilla anunciará el 24 de diciembre por la noche la llegada del Niño Jesús y la Navidad, por fin, podrá empezar.