PF 2024: las tarjetas de felicitación exclusivas de República Checa
Más cerca de Año Nuevo que de Navidad, los checos siguen la tradición de enviarse buenos deseos mediante una serie de tarjetas con unas curiosas siglas capaces de desorientar a los extranjeros, incluso a los que llevan un tiempo viviendo en el país. En esta entrevista, la lingüista, políglota y editora Lucie Gramelová nos revela el misterio de las tarjetas PF y nos cuenta un curioso malentendido que suelen generar entre los mismos checos.
En medio del vértigo que suele reinar durante los últimos días del año, las personas que viven en Chequia o tienen un amigo en el país pueden llegar a recibir alguna de ellas: se trata de unas bonitas tarjetas con un mensaje esperanzador, alguna imagen atractiva y el número del año que está a la vuelta de la esquina. Hasta ahí, nada extraño. Sin embargo, más de un residente extranjero se habrá quedado intrigado ante las curiosas siglas que suelen incluir esas tarjetas. ¿Tienen algún significado en clave? ¿Qué se esconde detrás de esa P y esa F? La lingüista y políglota Lucie Gramelová nos resuelve el enigma.
“Bueno, las siglas PF significan ‘pour feliciter’, son dos palabras francesas, es decir, una abreviación de esas dos palabras francesas que, en español, quieren decir, por supuesto, ‘para felicitar’”.
Aunque la utilización de esas palabras francesas abreviadas dan cuenta del interés en esa cultura por parte de la sociedad checa, Lucie Gramelová afirma que, si bien existen varias hipótesis, no está del todo claro cómo surgieron esas tarjetas. No obstante, sí se sabe a partir de cuándo empezaron a utilizarse y, en algún punto, tienen algo que ver con la mismísima paradoja de que una sociedad que, al menos en principio, es bastante atea en relación con otros países del continente, festeje tanto la Navidad o las Pascuas.
“Algunos checos suelen pensar que las tarjetas PF son internacionales”.
“Lo que sabemos es que se utilizan desde el siglo XIX y a lo mejor tengan que ver con el ambiente bastante secular de este país, porque aquí las tarjetas de Navidad tenían que ver, por supuesto, con la religión y la iglesia mientras que estas tarjetas PF eran como una alternativa para usar en el ambiente secular”.
Agrega Gramelová que uno de los rasgos más sobresalientes de estas tarjetas es que suelen estar dirigidas no solo al círculo íntimo del remitente, sino a un entorno mucho más amplio de conocidos, compañeros de trabajo y que no excluye ni siquiera a los clientes, en el caso de las personas que desarrollen alguna actividad comercial. Otro aspecto interesante es que aun cuando abarcan un amplio arco de destinatarios, lejos de ser frías y anónimas, las tarjetas PF suelen incorporar algún elemento muy asociado a quienes las envían.
“Eso, el que una vez se pone a preparar esas tarjetas porque normalmente se suele hacer a partir de una fotografía familiar, por ejemplo, o una foto que has hecho durante el año y te gusta mucho, pues el que lo hace realmente, las envía a decenas y decenas de emails de contactos, de sus contactos”.
Se sabe muy bien que la Navidad checa no se reduce únicamente al 24 y 25 de diciembre, ya que el espíritu navideño se vive con mucha antelación, a tal punto que el Adviento en sí constituye un período muy importante en el que tienen lugar distintas festividades, celebraciones y ritos. Sin embargo, vale la pena destacar que las tarjetas PF son, en este sentido, la excepción. No solo porque, tal como explicó Gramelová, están más relacionadas al ámbito laico, sino también porque suelen enviarse, en realidad, después del festejo de la Navidad.
“Las tarjetas, normalmente, se mandan un par de días antes de Año Nuevo y mucha gente las envía precisamente el día de Nochevieja, es decir, el 30 o 31 de diciembre y, en efecto, no coincide con la época del Adviento porque hay poca gente que mande esas tarjetas el 24 o el 25. No, realmente es algo muy conectado con la época del fin del año”.
Además de enviarse, como explica Gramelová, entre amigos, familiares, compañeros de trabajo y hasta simples conocidos, las tarjetas PF también suelen colgarse en las páginas de internet de distintas empresas, asociaciones civiles y hasta organismos gubernamentales. Y aunque, por supuesto, ese tipo de mensaje suele verse en casi cualquier país del mundo, las siglas PF no dejan de remitir a dos palabras francesas, sí, pero son de uso exclusivamente checo.
“Sí, es exclusivo de República Checa y Eslovaquia, solo esos dos países porque, que yo sepa, las tarjetas PF no se utilizan en ningún otro sitio y eso diría que es lo más interesante sobre el tema porque los checos suelen pensar que esas tarjetas son internacionales y muchas veces las mandamos a nuestros amigos o clientes extranjeros y ellos se sorprenden porque no conocen la tradición, pero algunos checos realmente piensan que es una tradición conocida en todo el mundo”.
Aunque revela que, en lo personal, ella no suele enviarlas porque no le gusta prepararlas y, en algún punto, prefiere dejar a la gente tranquila en esta época tan especial del año, Lucie Gramelová reconoce que las tarjetas PF, además de ser exclusivamente checas, forman parte de una tradición muy arraigada en la sociedad desde hace mucho tiempo y, por otro lado, nada hace pensar que puedan perder en el corto plazo su vigencia.
“Cada año recibo unas veinte y hasta treinta tarjetas PF, pues realmente es una tradición viva. Para mí, personalmente, no tanto porque no me gusta prepararlas ni enviarlas y hay mucha gente como yo, pero recibo muchas. Así que es una tradición que sigue viva y que la gente sigue manteniendo”.
Lucie Gramelová es una políglota que se dedica a difundir conocimientos acerca de distintos aspectos lingüísticos vinculados, por ejemplo, con las diferencias entre algunos idiomas, los conocidos y los no tanto. También tiene una editorial en la que publica obras sobre esos mismos temas pero escritas por otros autores. En permanente contacto con personas y culturas de buena parte del mundo, Lucie Gramelová tiene muy en claro que los festejos vinculados a la Navidad y la llegada de Año Nuevo resultan interesantes porque son capaces de mostrar, quizás a otro nivel, las diferencias culturales. En este caso, entre hispanos y checos.
“Cada año recibo entre veinte y treinta tarjetas PF, pues realmente es una tradición viva”.
“Pues, yo diría que para los españoles y latinoamericanos, a lo mejor, lo que más llama la atención es que nosotros, los checos, celebramos más la Navidad en casa, no salimos tanto, hay muy poca gente en las calles, y para nosotros es algo muy normal. Pero los extranjeros suelen sorprenderse con esto de que no hay gente en la calle y no se ve tanta vida, pero nosotros realmente preferimos estar en casa, en familia y celebrar de un modo más interno”.
De hecho, esa ausencia de clima festivo en las calles suele ser un motivo de queja de los turistas que tal vez visitan la ciudad justo en estas fechas, aunque también es cierto que la atmósfera tan especial que otorgan los mercadillos navideños y la decoración de sitios como la Plaza de la Ciudad Vieja logran compensar un poco esos reclamos. Como sea, ¡PF 2024!