Reforma agrícola comunitaria afectará a los agricultores checos
La reforma agrícola de la Unión Europea, aprobada el jueves en Bruselas, afectará a los agricultores locales. El Gobierno checo afirma, no obstante, que los cambios aprobados son un compromiso máximo que se ha logrado alcanzar en las negociaciones sobre el tema.
Después de más de cinco años de arduos debates, los ministros de Agricultura de los países de la Unión Europea aprobaron el jueves en Bruselas la reforma de la política agraria comunitaria. Ésta supone recortes en la ayuda a los campesinos, una paulatina liberalización del sector lácteo y otros cambios. Las nuevas medidas, que persiguen aplicar la ley de la oferta y la demanda en el mercado agrícola, comenzarán a ser aplicadas en 2009 y se prolongarán hasta el 2013.
Las ayudas directas de Bruselas a los agricultores se recortarán en un 5 por ciento hasta el 2012. A partir de ese año, los subsidios directos se reducirán en un 10 por ciento. En el caso de las grandes explotaciones que reciben 300 mil euros anuales, las ayudas bajarán además en otro 4 por ciento. El ministro de Agricultura checo, Petr Gandalovič, señaló que esto es lo que más dañará a los campesinos del país.
”El 90 por ciento de las tierras agrícolas en la República Checa es administrado por grandes fincas, lo que se debe a aspectos históricos, a la transformación de las enormes granjas socialistas en modernas fincas en manos privadas”, dijo Gandalovič.
El proyecto original de la reforma contaba con recortes mayores de las ayudas, lo que fue rechazado rotundamente por la República Checa, Eslovaquia y otros nuevos países comunitarios, en los que el comunismo dejó como herencia las grandes granjas agrícolas.
El presidente de la Cámara Agraria checa, Jan Veleba, afirma que la reforma agrícola comunitaria no eliminó las injusticias vigentes.
”Al comparar las ayudas a los agricultores checos con las que obtendrán sus colegas de Alemania o Austria, resulta que el campesino checo recibirá un 53 por ciento de las subvenciones que se destinarán a sus colegas austriacos o alemanes. O sea que todavía hay una gran injusticia”, señaló Veleba.Petr Gandalovič recalcó que los nuevos países comunitarios obtendrán una ayuda especial de 90 millones de euros anuales, de los que más de nueve millones corresponderán a la República Checa, para aminorar las injusticias con respecto a los antiguos países de la Unión Europea.
“A pesar de que no se trata de una gran victoria, es un paso correcto. Pero, pasará todavía algún tiempo antes de que los agricultores checos logren la igualdad respecto a sus colegas de los antiguos países comunitarios”, sostuvo Gandalovič.
La reforma agraria comunitaria supone además, que el dinero ahorrado gracias a los recortes en los subsidios, permanecerá en el campo, siendo empleado en su preservación y desarrollo. Esto, según Gandalovič, ofrece amplias posibilidades a los agricultores checos, por ejemplo, para promover programas de turismo rural.