Tycho Brahe, el mejor observador de cuerpos celestes de su época
El astrónomo danés, Tycho Brahe, que observó en la segunda mitad del siglo XVI los astros desde su espléndido observatorio de Uraniborg, en el islote de Hven, desde el palacio de Benátky, en Bohemia Central, y desde el palacete de Belvedere, en Praga, fue una celebridad de su tiempo.
Más de cuatro siglos después de su muerte el célebre astrónomo no puede reposar tranquilo debajo de la losa de mármol rojizo, en la iglesia de la Señora de Týn, en la Ciudad Vieja de Praga. Los historiadores daneses han avanzado la hipótesis de que Tycho falleció después de haber sido envenenado en Praga por un hidalgo sueco, a sueldo del rey danés, Kristian IV.
En dos capítulos les contaremos sobre la azarosa trayectoria de Tycho Brahe y quizás descubramos juntos más pistas del crimen que truncó su vida. Es que al famoso astrónomo le gustaba meterse en líos y pleitos.
Tycho Brahe nació en 1546, en el seno de una familia danesa de alto linaje. Creció en la casa de su ilustre tío que lo había adoptado al no tener descendencia propia.
El tío cuidó de que Tycho recibiera una esmerada formación. El joven estudió Filosofía y Retórica en la universidad de Copenhague, pero el eclipse solar de 1560 que había sido pronosticado con asombrosa precisión por los astrónomos, lo fascinó y cambió el rumbo de su vida. En adelante se consagraría a la observación de los astros.
El tío envió al joven en 1562 a Leipzig a estudiar Derecho, acompañado por numerosos criados. Su mayordomo trataba de disuadir en vano a Tycho de las observaciones nocturnas del firmamento y del fervoroso estudio de Astronomía, que la familia le había prohibido.
Después de la muerte del tío, Tycho Brahe se consagró exclusivamente a la Astronomía y dedicó al estudio de los astros también su abultada fortuna.
El astrónomo visitaba destacadas universidades europeas y mantenía contactos con los científicos más ilustres de su época. Estudió igualmente la Alquimia, que le atraía mucho, y la Medicina.
En la ciudad alemana de Rostock ocurrió el incidente que obligó a Tycho Brahe a usar su famosa prótesis nasal de oro y plata.
En diciembre de 1566, Tycho se peleó en una fiesta en Rostock con un paisano suyo. Pocos días después la riña volvió a repetirse aún con una mayor virulencia.El 29 de diciembre, los dos enfurecidos pendencieros dirimieron su pleito con un duelo en plena oscuridad. Tycho perdió una parte de la nariz.
Después del duelo los rivales hicieron las paces y en adelante fueron buenos amigos. Pero al joven Tycho Brahe le afligía su cara desfigurada. Encargó una prótesis, hecha de una aleación de oro y plata, con la cual cubría la profunda cicatriz. Los retratos del astrónomo e incluso el de su losa sepulcral en la iglesia de la Señora de Týn, en la Ciudad Vieja de Praga, permiten ver cómo disfrazaba con la prótesis su desfiguración.
En 1570 Tycho Brahe regresó a Dinamarca, llamado por su padre gravemente enfermo. En aquella época dedicaba todos sus ratos libres a la Alquimia pero la nova que el 11 de noviembre de 1572 observó con enorme asombro en la constelación de Casiopea lo atrajo definitivamente a la Astronomía.
El rey danés, Federico II, donó al joven científico como feudo el islote de Hven, cerca de Copenhague. De esta manera el monarca quería evitar que el astrónomo, que empezaba a ganarse fama, se radicara fuera de Dinamarca.
Tycho Brahe, de treinta años de edad, edificó en Hven un estupendo observatorio, denominado Uraniborg. En los años ochenta del siglo XVI fue una especie del centro astronómico del mundo.Uraniborg fue la primera institución científica moderna. Abarcaba desde la fabricación de instrumental científico hasta las observaciones astronómicas y la elaboración de sus resultados, incluida la publicación en una imprenta propia, y en papel producido por una papelera local.
El Instituto tenía su departamento matemático así como un laboratorio alquímico.
Los talleres mecánicos de Uranibog eran quizás los mejores del mundo. Tycho Brahe estaba interesado en lograr la máxima precisión en sus observaciones. El instrumental astronómico fabricado en dichos talleres, proporcionaba resultados veinte veces más precisos que los equipos corrientes de la segunda mitad del siglo XVI.
historie/brahe_sextant Las observaciones realizadas con estos equipos perfeccionados significaron un gigantesco salto cualitativo en la astronomía.
Uraniborg funcionaba gracias a los cuantiosos subsidios facilitados por el rey Federico II. Después de la muerte del monarca la situación cambió. Las ayudas empezaron a escasear, hecho que impacientaba a Tycho de Brahe.
El astrónomo perdió con la muerte del monarca un gran valedor. Falleció también uno de los cuatros regentes que era amigo del científico. Sin su amparo, Tycho Brahe empezó a ser criticado en la corte por todas sus faltas a las normas y convenciones sociales.
De repente se veía que el astrónomo no se había presentado durante dieciocho años a la comunión....Se decía, además, que vivía con una concubina. Esto no era verdad porque hacía tiempo que Tycho Brahe había legalizado su unión con la plebeya Cristina.
Sobre el origen de la mala voluntad entre la corte danesa y Tycho Brahe se cuenta una historia.
Inventada, al parecer, pero echa una luz sobre el carácter del astrónomo que se tornaba cada vez más estrafalario.
El lío surgió en torno a un perro.
Tycho Brahe y el mayordomo principal Valkendorf querían del embajador inglés un perro que les gustaba. El diplomático prometió el can a ambos. Después envió a la corte dos perros pero uno era pequeño y feo. El jovencísimo rey Kristian debía decidir a quién se daría el perro bonito y a quién el feo.
El monarca dio el mejor perro al mayordomo lo que enojó mucho a Tycho Brahe, cuenta la anécdota.
No fue, obviamente, un mayordomo el que persuadió al rey Kristian para que a partir de 1597 suprimiera el pago a Tycho Brahe de la renta anual de 500 táleres. Todo indica que fue el nuevo canciller Friis.
Cuando se hizo evidente que Tycho había caído en desgracia, se le echaron encima todos. Sus súbditos presentaron contra él una demanda, y Tycho Brahe perdió el pleito. Empezó a acosarle también la Iglesia.Fueron las últimas gotas que hicieron desbordar el vaso. Tycho Brahe decidió abandonar Dinamarca.
Podía confiar en la ayuda de su amigo, el prestigioso científico checo, Tadeáš Hájek de Hájek.
A pesar de ser una generación más viejo, Tadeáš Hájek era amigo sincero de Tycho Brahe. Ambos se conocieron desde 1575 cuando Hájek en calidad de médico de cabecera acompañó al emperador Rodolfo en su viaje de coronación a Ratisbona.
Tycho Brahe que se hallaba en aquel entonces en Europa Central, no podía faltar a un acontecimiento tan importante.
Gracias a la mediación de Tadeáš Hájek, médico de cabecera de tres emperadores, Tycho Brahe fue invitado a Praga para desempeñarse como astrónomo de la corte de Rodolfo II, amante de las artes y de las ciencias. De esto les contaremos en el segundo capítulo.