“Para mí, la República Checa era un país de lanzadoras de jabalina y martillo”
Diego Fandos es un director de cine español afincado en Praga, donde escribe sus guiones, rueda y da clases en la Prague Film School, a las que asisten futuros cineastas de todo el mundo.
“Al ir acabando la carrera nos fuimos juntando gente que nos gustaba contar historias pero no tanto del mundo real, sino de ficción. Grabamos nuestro primer cortometraje. Me fui interesando más y más en escuelas de cine. En el año 94 no había Internet, no era tan fácil descubrir donde había escuelas. Yo no quería ir a EE.UU. ni quedarme en España, y alguien me habló de Praga. Para mí la República Checa era un país de lanzadoras de jabalina y de martillo… No conocía muy bien lo que había al otro lado del “Telón de Acero”, aunque en aquella época ya había caído el muro. El Este era un mundo desconocido y fascinante al mismo tiempo”. El primer año de estudio y de vida en Praga fueron insuficientes para Diego Fandos. Volvió un segundo y un tercer año. Estudió checo y ya mantenía siempre el contacto con Praga. El siguiente plan era la mudanza definitiva.
“Cuando acabé los tres años de estudio y volví a España, me sentía casi en el exilio. Estaba bien, pero notaba que me faltaba algo. Por fin el año pasado me surgió aquí un trabajo muy interesante y me vine”.Y ese trabajo es como profesor de guión en la Prague Film School donde ahora hace un año que empezó a trabajar.
“Está siendo una experiencia preciosa. El contacto con los estudiantes, y no es tópico, te hace reverdecer tus experiencias de la época estudiantil y luego te exige a ti mismo ponerte al día, te hace ordenar tus conocimientos, racionalizarlos e impartirlos. Te llena de satisfacción, especialmente ahora cuando hace poco acabo de ver los cortometrajes de final de año de los estudiantes. Es muy bonito ver como evolucionan los chicos”.
Diego Fandos estrenó en 2008 su primer largometraje, 'Cosmos', una trama de diferentes historias unidas por la característica de la soledad, mientras les sobrevuela la alegoría de un cosmonauta casi olvidado en el espacio por su país. La película, que estuvo en el Festival Internacional de San Sebastián, contó con la participación de un actor checo, Kryštof Hádek, conocido principalmente por la película de Jan Svěrák 'Un mundo azul oscuro'.Diego Fandos también trabajó con actores checos para su corto 'La estrella', que ganó el premio a mejor guión en el Festival Internacional de Jóvenes Realizadores de Granada, en España.
“Un trabajo que grabamos en 2002, con Ester Geislerová y con Helena Růžičková, que era, ya ha muerto, una actriz checa bastante conocida, y con Alžběta Stanková, una actriz eslovaca”.
En la actualidad, Diego Fandos escribe el que pretende que sea su segundo largometraje y cuya trama transcurrirá en Praga. De todos modos, el director conoce bien las dificultades que hay que superar antes de empezar a rodar. Si el proyecto sale adelante o no, dependerá no solo de él.
“El mundo del cine, la verdad es que en España, en Chequia, en Alemania, en Corea, especialmente ahora, es muy azaroso y nunca sabes… Es muy caro rodar una película, mínimo un millón de euros, aunque hay gente que lo hace por menos pero vaya, no es fácil”.
Se haga o no, Diego Fandos seguirá encontrando en la República Checa el silencio y la tranquilidad que dice tanto apreciar de aquí. Un país que, según dice, le gusta porque todos los pueblos tienen su río, sus colinas y su estación de tren.