Importante presencia latinoamericana el Foro 2000 de Praga
En esta ocasión nos dedicaremos exclusivamente al Foro 2000, que este año ha contado con una señalada presencia hispana. Especialistas provenientes de diversos países latinoamericanos han abordado problemas como el creciente rearme que se está produciendo en la región o la tensión en las instituciones democráticas provocada por el movimiento chavista.
Este año, el Foro 2000 ha dibujado una situación global marcada por la crisis económica, la pérdida de referentes claros y la necesidad de encontrar nuevos principios que rijan la política internacional.
En opinión del patrocinador del evento, el ex presidente checo Václav Havel, es necesario anteponer los valores democráticos al beneficio económico para avanzar en el respeto de los derechos humanos, como expresó durante su discurso inaugural.
“Si alguien nos dice: si hablas abiertamente de mis presos políticos no te daré petróleo, la única respuesta válida es: pues quédate con tu petróleo”.
Este año el Foro 2000 ha contado con algunas conferencias impartidas íntegramente en español. El evento ha contado con un seis panelistas provenientes de diversos países latinoamericanos, reunidos por el Instituto Respekt.
Uno de los debates giró en torno al creciente rearme que está experimentando todo el continente Sudamericano. Según los datos presentados por el politólogo colombiano Javier Loaiza, algunos países como Colombia, Venezuela, Chile o Brasil han duplicado en los últimos años el porcentaje del PIB destinado a gastos militares.
La carrera armamentística en Sudamérica obedece, según Loaiza a una combinación de relativa prosperidad económica antes de la crisis y, especialmente, a la existencia de diversos puntos de tensión en el continente.
“En Colombia, el acuerdo que está firmando estos días para el establecimiento de equipo y unos 800 militares norteamericanos en siete bases aéreas. El armamentismo, de hecho sí hay un armamentismo en Venezuela y sobre todo sus relaciones con Irán en temas nucleares, que empiezan a poner la cosa complicada. La beligerancia de Correa, de Ortega y de Evo. Correa y Ortega contra Colombia. Beligerancia verbal. Y de Evo Morales contra Alan García. El altísimo gasto militar de Brasil, que tiene más de la mitad del componente del gasto militar que se ha hecho recientemente en América Latina. Y la renovación de tipo chileno y alarmas peruanas porque tienen un viejo conflicto en materia limítrofe, del mar”.
Los panelistas coincidieron en que la carrera armamentística de Sudamérica, además de peligrosa, supone un dispendio innecesario de recursos, más teniendo en cuenta que el 44 por ciento de los latinoamericanos vive bajo el umbral de la pobreza.
Los participantes latinos en el Foro 2000 representaron diferentes sectores de lo que podría llamarse la oposición al chavismo. De una u otra manera, la mayoría participa activamente en la defensa de los derechos humanos y la democracia en países situados en la órbita del presidente venezolano Hugo Chávez.
Una de ellos es Tamara Sujú Roa, miembro de la asociación Damas de Blanco de Venezuela, una agrupación dedicada a la reivindicación de los presos políticos del país caribeño.
“Hacemos acciones conjuntas en pro de la difusión de las violaciones de los derechos humanos y a decir por el mundo que Venezuela tiene prisioneros y perseguidos políticos. En cuanto a número, depende de la ONG que informe. Yo manejo a 41 presos políticos actualmente, sin contar con los que han estado prisioneros desde un día hasta varios días por motivos políticos, por detenciones en protestas o manifestaciones pacíficas. Por cualquier tipo de detención contamos con más de 600 venezolanos que han sido apresados y luego han sido puestos en libertad bajo régimen de presentación y con juicios abiertos”.
Otro activista dedicado a los presos políticos de su país es el cubano José Gabriel Ramón Castillo, quien durante el evento se entrevistó con Václav Havel y le hizo entrega de la lista de las 309 personas encarceladas en la isla por motivos políticos.Castillo forma parte del Proyecto Ciudadano Cubano, una asociación dedicada al desarrollo de la sociedad civil de la isla para facilitar el paso del régimen actual a la democracia, como él mismo nos explica.
“Nosotros estamos trabajando lo que es la cuestión del empoderamiento ciudadano, lo que es el fomento y la promoción de los valores ciudadanos para poder producir los cambios. Para que el propio ciudadano cubano esté capacitado para cambiar la sociedad. Que no venga un cambio de fuera, que no va a venir nunca, ni un cambio que el Gobierno va a hacer porque no le interesa. Sino que el propio ciudadano sea el protagonista de ese cambio”.
Sobre el papel del ciudadano como protagonista de cambios también insistió en el Foro 2000 el ex presidente de Bolivia, Jorge Quiroga. El mandatario, fuerte opositor a Chávez y al modelo político que representa, considera que la defensa de las instituciones democráticas es responsabilidad de los propios latinoamericanos y no del resto de democracias occidentales.“Es triste, pero en España, si pueden vender armas a Venezuela y hacer negocio en la Paz del Orinoco, pues está bien lo que haga en otros lugares. En Estados Unidos, con que le mande el millón, casi millón y medio de barriles de petróleo al día, pues todo el mundo feliz. La verdad es que la lucha contra este fenómeno de característica autoritaria es de los ciudadanos de América Latina. Yo soy muy escéptico de que la respuesta venga de gobiernos, de OEA, de Naciones Unidas. Pero sí creo y confío en el espíritu de los ciudadanos de América Latina de vivir en libertad y democracia”, sostuvo.
La situación de crisis o de desafío de las democracias latinoamericanas fue un tema recurrente en las conferencias. El ex ministro de defensa guatemalteco Francisco Bermúdez subrayó que ante la expansión del boliviaranismo es preciso apostar por las instituciones democráticas y el estado de derecho.Como ejemplo puso el golpe de estado de Honduras, donde el Ejército destituyó y expulsó al presidente Manuel Zelaya cuando intentó perpetuarse en el poder más allá del límite marcado por la Constitución del país.
“El caso de Honduras es un caso muy emblemático porque vemos como un sistema político reacciona ante esa agresión. Porque realmente el presidente Zelaya se va en contra de todos los dictámenes que le había dado el Congreso, que le había dado el Tribunal Electoral. Desde ese punto creo yo que los hondureños han demostrado que sí están comprometidos con la democracia. Para mí es un claro ejemplo de que los líderes políticos en nuestros países deben de abandonar el criterio de que ellos administran una finca que es de su propiedad”.