Los escritores hispánicos convierten a Praga en su musa
Numerosos escritores hispanoamericanos han encontrado en Praga su fuente de inspiración, además de su hogar. Algunos ya han sido traducidos al checo. Otros tienen obras en cartel en teatros de la ciudad.
"Llevo un año en Praga porque parte de mi familia es checa y la vine a conocer. Trabajo dando clases de español, en un restaurante mexicano y escribiendo, siempre, desde hace 13 años", cuenta Ruy.
Otros como David Llorente, un madrileño que lleva más de ocho años viviendo en la República Checa, cuentan con una amplia experiencia en los escenarios checos. En su caso, el teatro además de ser una de sus pasiones, le sirve como herramienta para las clases que imparte en el colegio bilingüe en el que trabaja. Con seis obras de teatro ya publicadas, se siente afortunado.
"Conozco a un editor, que es impresor, que le gusta lo que hago y me publica. En este sentido, tengo suerte. El mercado es muy limitado porque si no sacas una versión bilingüe español-checo, es más complicado de vender, de que llegue al público checo. Igual que las obras de teatro. Cuando las estrenamos ponemos subtítulos en checo porque si no te limitas solamente a la gente española, hispanoamericana o checos que saben hablar español, que no son pocos, pero te limitas sólo a eso. Hay que ampliar un poco el campo", explica.David Llorente reconoce que no es un camino fácil y que hay que luchar mucho para conseguir estrenar obras y publicar novelas o poemas.
"Yo conozco un poeta que ahora está en España, otra poeta que está aquí, gente del teatro, escenógrafos, autores, también. Y cada uno hacemos la guerra por nuestra cuenta. Yo represento teatro, todos los que hacemos teatro luchamos por representarlo, dirigirlo, hacer la escenografia; y los poetas y narradores intentan sacar los textos como pueden, publicarlos… buscándote la vida en ese sentido".
Esta lucha le ha llevado a representar sus obras en diferentes ciudades de la República Checa y Europa. Con el próximo estreno de ‘Gregor Samsa’, la representación que está preparando en estos momentos, piensa visitar de nuevo España y diferentes ciudades en el extranjero. Todo con el objetivo de ver sus obras sobre un escenario, agrega Llorente."Aquí hay una cultura teatral muy grande, aquí yo con una obra puede hacer ocho o nueve representaciones. También viajando, te vas a otros países también te vas a España, obviamente. Generalmente estoy en Praga, en ciudades de la República Checa y este año supongo que iré a Polonia. Hemos estado en Eslovenia, en Rusia, moviéndonos, buscándote la vida para representar", explica.
La semana próxima está prevista la publicación del último libro de David Llorente: ‘De la Mano del Hermano Muerto’. Anteriormente, ya publicó la novela ‘Ofrezco morir en Praga’.
Por otro lado, recién llegada a la capital checa, se encuentra Claudia Minuche. Esta joven escritora ecuatoriana vive desde septiembre en Praga. En estos momentos, compagina las clases de idiomas con la preparación de su próximo libro. En él, intentará plasmar las impresiones y vivencias de su estancia en Praga, ciudad que le ha sorprendido muy gratamente."Lo que he visto en este país, es que la literatura es muy respetada, la cultura de lectura en la gente en general es grandísima comparada con otros países y eso me agrada mucho. Me encanta una ciudad donde el arte confluye con la gente, donde en cada esquina hay una historia, es mágico el aire que uno respira aquí, es simplemente mágico", comenta .
Aunque Claudia se inclina más hacia la poesía en sus creaciones, también escribe cuentos. Seguro que en Praga encontrará un buen escenario para ellos.
Otro autor español cuya carrera pasa por un momento dulce es Carlos Be. Este barcelonés vive a caballo entre Madrid, Barcelona y Praga. En la capital checa, puede verse escenificada su última obra, ‘Origami’, en el Teatro Ungelt, de la cual es también el director. Para llevarla a escena, ha contado con la participación de reconocidos actores de la República Checa. Carlos destaca el movimiento cultural existente en Praga.
"Son caminos diferentes, España está más capitalizada, el teatro es un mercado, es más víctima del mercado. Aquí, todavía se aprecia la creatividad y a los creadores y la gente que cree en el arte. En España es más difícil encontrar estas ilusiones. Aquí hay muchísima calidad, hay mucho culto por el teatro, para el público es un ritual, hay una cultura teatral muy importante. A la gente le gusta mucho ir al teatro porque se lo pasa bien y encuentra lo que quiere, porque además hay mucha diversidad. Por eso, en España no pondría la mano en el fuego", explica Carlos Be.
De momento, Carlos Be ha estrenado sus obras en España, Panamá y República Checa. Éstas han sido publicadas en cuatro idiomas: español, catalán, gallego e inglés. ‘Origami’, que ha sido traducida al checo para su repesentación, estará en cartel hasta finales de marzo, tanto en Praga como en otras ciudades de la República Checa.