1.800 checos permanecieron años cerca de la central accidentada de Chernobyl

Se cumplen 25 años del mayor accidente nuclear de la historia que tuvo lugar el 26 de abril de 1986 en la central atómica soviética de Chernobyl. En la República Checa se conmemora además el 20 aniversario del retorno de los primeros checos de Chernobyl, que durante años ni siquiera conocieron la magnitud de la catástrofe.

Más de 1.800 descendientes de checos vivían en las localidades ucranianas de Mala Zubivschina y Malinovka, a unos 70 kilómetros de la central nuclear de Chernobyl, cuando ésta de repente reventó. Un hecho que les pasó inadvertido y del que no fueron informados mientras recibían tremendas dosis de radiación.

Tardaron tres años en ser plenamente conscientes de la magnitud del accidente y de las consecuencias que podía tener para su salud. Fue entonces cuando empezaron a plantearse abandonar la Unión Soviética y volver a la tierra de sus antepasados.

Algo que empezó a fraguarse hace ahora 20 años gracias al empeño del ex presidente Václav Havel, con quien los representantes de la comunidad checa en Ucrania consiguieron entrevistarse en la primera visita oficial de éste a Moscú en 1990.

Meses después comenzaba la gran operación de mudanza, que recuerda su mayor responsable, Tomáš Haišman, como un hecho único en la historia checa.

“Trasladar a 1.800 personas en el transcurso de tres años y asegurarles una nueva vida, con una vivienda y un trabajo, es algo que en la República Checa solo ha sucedido en aquella ocasión desde la Segunda Guerra Mundial”.

Las familias solo podían ocupar un camión con sus pertenencias y así partieron hacia una nueva vida. La adaptación no fue sencilla, como destaca Boris Iljuk, uno de los checos de Chernobyl que se trasladaron a la entonces Checoslovaquia.

Boris Iljuk
“A la gente se le ocurrió que éramos radioactivos y que suponíamos un peligro para la salud. Además, también tuvimos problemas para que nos dieran la ciudadanía checa”.

Los checos de Chernobyl recibieron en su mayoría una vivienda en alguno de los bloques de apartamentos que habían dejado las tropas rusas cuando abandonaron Checoslovaquia en aquella época. A pesar del mal estado en el que estaban tanto los inmuebles como sus inmediaciones, responsables del traslado como Tomáš Haišman recuerdan que rápidamente convirtieron esos lugares en zonas mucho más habitables. Los checos de Chernobyl incluso forman una asociación que este año celebrará su tercer congreso a nivel nacional.