Las centrales nucleares checas resistirían al choque de un avión

Temelín, foto: Filip Jandourek, ČRo

Después de la tragedia de Chernóbil, que sucedió hace 30 años, en el mundo entero se procedió al fortalecimiento de las medidas de seguridad en la explotación de la energía nuclear. Éstas se intensificaron aún más al saberse la noticia sobre la explosión en la central japonesa de Fukushima. La República Checa figura entre los países que aprovechan la energía nuclear y los expertos coinciden en la alta seguridad de sus centrales nucleares.

Temelín,  foto: Filip Jandourek,  ČRo
En la República Checa hay dos centrales nucleares con seis reactores en total. La primera, Dukovany, comenzó a construirse en 1978 y se encuentra en el sur de Moravia y los trabajos de la segunda, la de Temelín en Bohemia del Sur, comenzaron en 1987. Más del 35% de la energía del país es de origen nuclear.

En vista de la tragedia de Chernóbil y luego también de la de Fukushima, hubo discusiones en el país sobre si no seguir el ejemplo de Alemania por ejemplo y desistir del aprovechamiento de este tipo de energía. Al final se acordó continuar explotando la energía del átomo, más cuando los expertos, entre ellos Dana Drábová, presidenta de la Administración Estatal para la Seguridad Nuclear, coinciden en que las centrales nucleares checas son muy seguras.

Dana Drábová,  foto: Alžběta Švarcová,  ČRo
”Las centrales nucleares checas tienen un alto nivel de seguridad comparable con las demás plantas de su tipo, explotadas en otros países del mundo. Expertos de la Agencia de Energía Atómica realizan controles regulares y sus valoraciones son positivas. Los reactores checos disponen de varios niveles de seguridad, así que son sumamente fiables y figuran entre los mejores del mundo. Si las centrales no fueran seguras, no podrían funcionar. Además siempre tenemos presente la cuestión de ¿qué se puede hacer para que sean más seguras todavía”?

En las centrales de Temelín y Dukovany existen por ejemplo trece generadores eléctricos independientes que están a disposición en caso de haber algún problema con el reactor. Además, cada operador que se encuentra en el alto mando de la central sabe que en caso de parecerle que algo no funciona bien, la orden es detener los procesos en el reactor.

Dukovany,  foto: Jiří Sedláček,  CC BY-SA 4.0 International
Una mayor amenaza tampoco la representa un eventual ataque terrorista contra estas plantas ya que, según recalcó Vlastislav Bříza, experto en armas nucleares, son resistentes incluso al choque de un avión de mayor tamaño.

”No temo a una avería en las centrales nucleares checas, ya que son muy seguras. Después de lo de Chernóbil y Fukushima han sido adoptadas nuevas medidas de seguridad. Tampoco considero latente el peligro de un ataque terrorista. Las centrales checas están construidas de tal manera que resistirían el eventual choque de un gran avión. Además de que disponen de sofisticados sistemas de control que registrarían de inmediato tanto el acercamiento inesperado de un avión, como cualquier intento de que entre un desconocido en el área”.

No obstante, tanto Drábová como Bříza insisten en la necesidad de estar siempre alerta. No sólo para prevenir un eventual intento de ataque terrorista contra esos establecimientos, sino en especial, porque el átomo hay que dominarlo firmemente, debido a que cualquier fallo en su aprovechamiento podría ser fatal.