Fuksa: “Nečas no permite una opinión diferente a la suya”

Ivan Fuksa, foto: ČTK

La destitución del ministro de Agricultura, Ivan Fuksa, ha revelado una lucha interna al interior del Partido Cívico Democrático. El ex ministro defiende la labor que ejecutó durante su mandato.

Václav Klaus y Petr Nečas,  foto: ČTK
El presidente Václav Klaus aceptó este martes la propuesta del primer ministro, Petr Nečas, de destituir al ministro de Agricultura, Ivan Fuksa. Este niega los errores que se le imputan y como causa de su destitución señala las luchas internas en el Partido Cívico Democrático. Sin embargo, el primer ministro dejó claro, desde el principio, que su decisión se debía a motivos estrictamente laborales.

“Las razones de la destitución de Ivan Fuksa no son de carácter personal sino político, eso quiere decir que yo en mi cargo de primer ministro llevo bastante tiempo descontento con los resultados de su trabajo. Naturalmente le comuniqué varias veces mis objeciones”.

Ivan Fuksa,  foto: ČTK
El ex ministro intentó explicar que su salida es fruto de su enfrentamiento con las opiniones del jefe de Gobierno. Fuksa sostiene que la situación actual en el Partido Cívico Democrático no permite postular puntos de vista que difieran de los del primer ministro.

“La causa de mi destitución consiste probablemente en que tres miembros del Consejo Ejecutivo, representantes del partido en la región de Bohemia Central, yo entre ellos, no estuvimos de acuerdo con algunas propuestas del primer ministro, como por ejemplo la prolongación del mandato de la dirección del Partido Cívico Democrático. Eso fue quizás el último motivo de nuestra discordia. En estos momentos no está permitido en el Partido Cívico Democrático tener una opinión que difiera de las del primer ministro”.

Petr Nečas,  foto: ČTK
Petr Nečas defiende su postura. “Está claro que algunos en el Partido Cívico Democrático querrán interpretarlo como un enfrentamiento personal. Pero no es así, yo aprecio mucho la cooperación con Bohemia Central y cuento allí con una serie de buenos colaboradores”, aseguró Nečas.

La destitución de Fuksa fue, para la mayoría de los miembros del Partido Cívico Democrático, una sorpresa. Uno de sus miembros sostiene que Fuksa era un lobbista que seguía sus intereses privados.

Esta primavera fue criticado por varias empresas madereras y por la organización ecologista Arcoiris a raíz del concurso público sobre la explotación maderera en los bosques que administra la empresa estatal Bosques de la República Checa.