Carlos Saura: “El cine es simplemente contar historias”
El cineasta español Carlos Saura recibirá un premio a toda su obra en la próxima edición de la Escuela de Cine de Verano de Uherské Hradiště, que se celebrará entre el 21 y 28 de julio. El director de ‘Flamenco, Flamenco’ es muy querido por el público checo y un asiduo de los festivales de cine de este país.
“El cine es contar historias”, dice con soltura Carlos Saura. En eso, él es un maestro. La relación entre el público checo y el cine de Saura es muy fluida y cercana, el director de ‘Elisa, Vida Mía’ ha sido invitado en numerosas oportunidades a participar en los festivales de cine locales y los espectadores han sabido apreciar la facilidad que tiene para contar historias.
Sin ir más lejos, ha sido premiado dos veces en Karlovy Vary, por ‘Bodas de Sangre’, en 1982, y por toda su trayectoria en el año 2000.
Ahora será el turno de la tradicional Escuela de Cine de Verano de Uherské Hradiště, localidad morava que ya contó antes con la presencia de otros cineastas de habla hispana, como Julio Medem, por ejemplo.
Si bien este año, en su edición 38, Uherské Hradiště estará concentrado en el cine de Hungría e Irán, también han decidido concederle el premio de la Asociación Checa de Cineclubes a Saura, por toda su obra.
Un premio similar recibió en el año 2005 en el festival de cine de la capital checa, el famoso Febiofest, y entonces habló con Radio Praga y arrojó algunas luces sobre su visión del cine.
“A mí el cine que me interesa es un cine personal, donde el director esté presente. En este sentido yo creo que hay un espacio para este tipo de cine. Sinceramente creo que lo hay. O sea que no todo será globalizado. La palabra globalización es demasiado grande. A mí me parece que se utiliza con demasiada facilidad y no sabemos lo que significa. Todo igual. Bueno, tampoco está mal, pero no va a ser nunca todo igual. Es imposible. Yo creo que siempre habrá un espacio para un tipo de cine, para un tipo de literatura, para un tipo de pintura, para un tipo de música”.
En esa entrevista también habló sobre el cine continental, aunque descartó hacer de pitoniso, un oficio problemático por donde se mire.“El cine europeo será lo que queramos los europeos que sea, depende de nosotros. Y la verdad nadie sabe lo que será en el futuro porque el futuro es impredecible. Yo creo que nunca se equivoca más el ser humano cuando trata de predecir el futuro porque pasa algo que no tiene nada que ver con lo que pensaba. La historia nos demuestra que nunca hemos acertado con el futuro. O sea que estamos en el presente y el futuro ya se verá”.
Y en relación a proyectos inconclusos, dijo que había una historia sobre la Guerra Civil Española que nunca pudo plasmar.
“Después de la muerte de Franco yo tenía una historia sobre la guerra en España. Pero por razones económicas no se ha hecho nunca. Se llamaba ‘Esa Luz’. Pero decidí escribir una novela. O sea, que no hice una película pero hay una novela que está publicada en Alemania, Italia y España”.
Mucho antes, en el año 2001, Saura estuvo en la capital checa presentando ‘Goya en Burdeos’, en los Días de Cine Europeo.
Ahí también conversó con Radio Praga, cuando comenzaba el debate sobre el futuro del cine y su relación con Internet.
“Nunca se puede adivinar el futuro, verdad. Lo que sí creo es que se seguirán haciendo películas porque todos estos medios de los que hablamos se están alimentando de las películas. La televisión cada vez más necesita películas, es una devoradora de películas. Lo que va a cambiar es la forma de hacer las cosas, quizás, o la forma incluso de presentarlas al público, pero sustancialmente el cine no tiene por qué desaparecer, en principio no hay ninguna razón objetiva que permita pensar que el cine va a desaparecer, seguirá siendo necesario contar historias y eso es el cine”.En esa misma entrevista Carlos Saura dijo ser partidario de ver cine en casa, aunque defendió también la función social del séptimo arte.
“Hay quien dice que el cine, los espectáculos públicos se van a dedicar sobre todo a las grandes películas, con grandes efectos y donde la gente pueda disfrutar de la tecnología cada vez más actual y refinada, en sonido, imagen y todo eso. Pero yo soy también muy partidario del cine en casa, a mí me gustaría tener un gran cine para mí solo, soy muy egoísta. Hay películas donde el público me molesta. Otras no, otras donde es muy agradable ver un cine con público, pero hay películas difíciles o más secretas, más personales, que hay que verlas en soledad. O sea, yo no consigo ver una película de Dreyer, por ejemplo ‘Ordet’, verla en público, lo he intentado y es un desastre. En cambio con una buena copia en tu casa y tal es una película maravillosa para disfrutar. Yo sí me permito el lujo de ver todos los días una o dos películas y es una maravilla, es un placer enorme ver una película cómodamente”.
Y reacio a los discursos rimbombantes, rehusó dar una definición grandilocuente del cine.
“No tengo un sentido así como global, como decir ‘bueno, es la cultura, es el entretenimiento, el enseñar a la gente’. Yo lo veo de otra manera, yo lo veo más como una persona que hace cine y para mí es un medio de expresión, una especie de necesidad de expresar, de decir cosas a través del cine. Pero no me atrevería a decir que hay una moral, una política. En mi caso simplemente es una necesidad de contar lo que cuento y ya está, yo creo que esa es la misión del cine, que cada uno cuente lo que puede y que los espectadores vayan a ver lo que les interese”.
Carlos Saura presentará algunas de sus películas en Uherské Hradiště y dialogará con el público el 21 y 22 de julio, en el marco de la Escuela de Cine de Verano de esa localidad morava. Ahí estará presente toda la sabiduría y el arte de Saura, un aragonés universal, un hombre de cine muy estrechamente vinculado al flamenco.