Servicio de Inteligencia checo denuncia aumento del clientelismo político
El Servicio de Inteligencia y Seguridad checo (BIS) publicó un informe en el que denuncia la creciente influencia del crimen organizado en la administración pública. En el documento se desvela el clientelismo político y la manipulación de la opinión pública por parte de los grupos de presión.
De acuerdo con los agentes, el crimen organizado se ha filtrado en ministerios, tribunales, agencias estatales, bufetes de abogados y también a nivel regional, según indicara Jan Šubert, portavoz del Servicio Secreto.
“De acuerdo con nuestras investigaciones surgen grupos de presión integrados por hombres de negocios, inversores, antiguos y actuales funcionarios públicos. Se aprovechan de información privilegiada durante la compra y venta de inmuebles y proyectos de privatización, por ejemplo”, indicó el portavoz.
Para sorpresa de muchos la reacción de algunos políticos de turno fue poner en duda el informe y restarle importancia, porque según dicen carece de pruebas.
No obstante, el portavoz del Servicio de Inteligencia recordó que la tarea de la agencia es informar, y que corresponde a la Justicia y a otros organismos tomar cartas en el asunto.
El informe, que evalúa la situación durante el año 2011, tiene una parte secreta que fue entregada a los más altos representantes del Estado y Gobierno.
En un programa de debate de la Televisión pública, el comentarista estadounidense Eric Best, radicado en Praga, indicó que de acuerdo con el informe publicado, el ministro de Finanzas, Miroslav Kalousek, puede resultar perjudicado.
El crimen organizado y los grupos de presión actúan, según el Servicio de Inteligencia, en varias de las enormes empresas con participación comercial del Estado. Para el comentarista Best esto significa que semejante información representa un duro golpe contra el ministro Kalousek, responsable directo de dicho tipo de empresas.
En el informe del Servicio de Inteligencia se da a entender que uno de los grandes problemas de la actualidad es que muchas de las actividades delictivas no son punibles, porque forman parte de un sofisticado mecanismo que se aprovecha de muchas lagunas legislativas.La situación existente beneficia a los llamados “padrinos”,o sea a los líderes de los grupos de presión, que aprovechan la correlación de fuerzas vigente para hacerse con dineros de los proyectos europeos y al mismo tiempo crear un ambiente extraño que les ayude a dominar empresas estratégicas nacionales y extranjeras.