El Aeropuerto Internacional de Praga se prepara para cambiar de nombre y honrar a Václav Havel
En el Aeropuerto Internacional de Praga comienzan este lunes los trabajos necesarios para cambiar su nombre. Dentro de tres semanas, el aeropuerto más grande del país llevará el nombre del ex presidente checo, Václav Havel, fallecido en diciembre pasado.
El cambio del actual nombre Praga Ruzyně lo propuso el cineasta Fero Fenič unos días después de la muerte del ex presidente checo en diciembre del año pasado. Más de 83.000 ciudadanos firmaron un llamamiento en apoyo a esta idea. En marzo pasado, esta manera de rendir homenaje al ícono de la Revolución de Terciopelo fue aprobada por el Gobierno.
“Tenemos que instalar nuevos letreros dentro de los tres terminales del aeropuerto y también por fuera para que sean visibles desde las pistas de aterrizaje y despegue. Hay que cambiar también los nombres de las paradas del transporte público, los anuncios sonoros en los terminales y en los aviones e imprimir nuevos materiales como folletos, tarjetas de presentación etc. Sin embargo, el código PRG que identifica el aeropuerto de Praga que aparece sobre los billetes de avión sigue igual.”
En uno de los terminales aparecerá un espacio especial dedicado a Václav Havel donde los viajeros podrán conocer sus ideas. Según el autor del proyecto, el arquitecto Bořek Šípek, la instalación se parecerá a una sala de teatro donde se van a proyectar citas famosas del ex presidente en checo y en inglés.
El nuevo nombre del aeropuerto de Praga será inaugurado el próximo 5 de octubre, día en el que Václav Havel cumpliría 76 años, indica Eva Krejčí.
“Este día tendrá lugar una ceremonia a la que asistirán políticos y otros representantes de la vida pública. Sus discursos serán acompañados con música interpretada por la Orquesta de la Guardia del Castillo de Praga. Será inaugurada también una exposición de fotografías de la vida de Václav Havel que estará abierta al público en general”.
El nuevo nombre del Aeropuerto Internacional de Praga será promocionado a través de la red de los centros checos en distintos países del mundo. Según Eva Krejčí, las reacciones desde el extranjero han sido positivas. Una situación diferente se registra en la República Checa donde un sondeo realizado en abril mostró que la mayoría de los ciudadanos están en contra del cambio.
