Los grafiteros se hacen fuertes en Praga
La exposición ‘Atrapados en la Ciudad’ reúne en Praga a 26 de los mejores grafiteros y artistas urbanos de todo el mundo, incluido el español ESCIF. Es un encuentro de altura, según el profesor de la Universidad Complutense de Madrid Javier Abarca, que ofreció en Praga su visión sobre este arte clandestino, ilegal, pero cada vez más seguido y hasta con un sospechoso apoyo por parte de las instituciones.
Ese es el caso del mural que el español ESCIF ha dejado pintado en Praga 5. Al valenciano, que no habla con los medios de comunicación, se refirió el también artista Javier Abarca, que llegó invitado a Praga en su calidad de teórico.
“Procede del graffiti y ha practicado cosas que no entran dentro del arte urbano. Es uno de los artistas que llevan unos años trabajando mucho en el circuito de festivales de murales que se han ido formando en estos últimos años. Hay unos cuantos artistas que están constantemente viajando a estos festivales. Son una consecuencia de toda la atención que ha habido alrededor del arte urbano, en una de las maneras en las que se está institucionalizando. Está bien porque crea patrimonio en las ciudades, los murales quedan. O a veces no, a veces los hacen deliberadamente en edificios que van a caer o cosas así”.El encuentro de Praga es excepcional, según Javier Abarca, que es profesor de Graffiti y Arte Urbano en la Facultad de Bellas Artes que tiene en Aranjuez la Universidad Complutense de Madrid. El festival ha congregado incluso a algunos artistas que normalmente no se dan a festivales.
A un arte nacido en la calle y que es considerado delito al utilizar espacios públicos sin permiso, ¿cómo le sientan las galerías, los museos y los festivales que los institucionalizan?“Al arte no le viene ni bien ni mal, porque cuando deja de ocurrir en su entorno natural sencillamente estamos ya hablando de otra cosa. A la escena artística en general se puede decir que le viene un poco mal, porque muchos de los artistas que trabajan habitualmente en la calle, cuando tienen la oportunidad de desarrollar trabajos profesionales, muchas veces ocurre que gran parte de su energía deja de estar dirigida al trabajo que hacían antes. De modo que desde el punto de vista de la escena del arte urbano puede ser negativo, porque les roba energía. Pero desde el punto de vista de los artistas implicados está muy bien, porque les viene bien trabajar”.
El apoyo de las instituciones a este tipo de arte no es desinteresado, dice el profesor Javier Abarca.
“Totalmente aparte de que se bendiga o no por las instituciones, este arte tiene su propia entidad cultural, que no cambia en absoluto por esto. También hay que decir por otro lado que en gran medida este tipo de maniobras hacen uso del trabajo de estos artistas básicamente para ofrecer una buena cara de las instituciones, que resulte agradable a cierto estrato de público".La exposición ‘Atrapados en la Ciudad’ permanecerá hasta el 6 de enero en la Biblioteca Municipal de Praga, así como en los otros espacios de la calle que ha ocupado. Después, todo será destruido.