Los autores del atentado contra Heydrich cayeron en una lucha heroica hace 71 años
Hace 71 años murieron los autores del atentado al Protector nazi de Bohemia y Moravia, Reinhard Heydrich. Siete paracaidistas checos, refugiados en la iglesia de San Cirilo y San Metodio de Praga, sucumbieron tras varias horas al asedio de cientos de miembros de las SS y la Gestapo.
Los defensores opusieron fuerte resistencia, la batalla duró unas siete horas, los nazis utilizaron granadas y gas lacrimógeno para inundar luego los interiores de la iglesia con agua. Pero los combatientes fueron doblegados cuando se les acabaron las municiones. La mayoría de ellos, que no sucumbieron víctimas de las balas de los soldados nazis, se suicidó para no caer en manos del enemigo.
El clérigo y administrador actual de la iglesia de San Cirilo y San Metodio, Jaroslav Šuvarský, resaltó el heroísmo de los paracaidistas.“Ellos lucharon aquí en circunstancias brutales. Es de extrañar que tras ser traicionados hayan tenido la fuerza para defenderse durante tanto tiempo“, dijo.
El atentado contra Reinhard Heydrich perpetrado el 27 de mayo desató una amplia ola de represalias contra el pueblo checo. Diariamente, la radio daba a conocer los nombres de personas ejecutadas por los nazis como venganza por la muerte del dictador, fallecido ocho días más tarde a causa de las heridas. El ministro de Educación, Emanuel Moravec, exhortaba a los ciudadanos a ayudar a revelar la ubicación de los autores del atentado.
Los nazis prometieron dos millones de marcos imperiales a los que ayudasen a capturar a los autores del atentado. Éstos fueron al final delatados por uno de sus compañeros Karel Čurda, según menciona el historiador Eduard Stehlík.
“Čurda se dirigió a la Gestapo por tener miedo que su madre y hermana fueran ejecutadas. Después, los nazis descubrieron el refugio de los paracaidistas gracias a Vlastimil Moravec, hijo de la señora Moravcová, una de las colaboradoras más cercanas de los miembros de la resistencia. Parece que la Gestapo recibió la información necesaria después de torturarlo bestialmente“, indicó el historiador.Una vez terminada la guerra, Karel Čurda fue condenado a muerte por traición a la patria.
En represalia por la muerte de Heydrich, los nazis ejecutaron a unos cinco mil ciudadanos checos y arrasaron completamente dos aldeas, Lidice y Ležáky.
Por otro lado, el atentado tuvo una gran repercusión internacional que impulsó a los países signatarios a anular el Pacto de Múnich, lo que posibilitó la renovación de las fronteras de preguerra de Checoslovaquia tras la derrota de la Alamenia nazi.