El caso de los aviones CASA sigue a la espera de recibir pruebas de España y Portugal
La Policía checa sigue esperando recibir pruebas de Portugal y España para poder llevar a cabo la investigación de la ex ministra de Defensa, Vlasta Parkanová, sospechosa de abuso de poder en el caso de la adquisición de los aviones militares CASA. El proceso se arrastra desde hace un año y su fin es imprevisible.
El abogado de la ex ministra, Tomáš Sokol, criticó a los órganos de investigación penal por proceder de manera excesivamente lenta en este caso.
“En lo que va de año, la Policía ha interrogado a 29 personas. Es decir, ha realizado dos interrogatorios por mes, lo que me parece un procedimiento demasiado lento”, expresó.
La Fiscalía y la Policía se defienden diciendo que no pueden acelerar el proceso, ya que siguen a la espera de recibir nuevas evidencias desde el exterior, es decir, del fabricante español de los aviones y también de Portugal, que había adquirido el mismo tipo de aparatos en el pasado.
El redactor del semanario Respekt Jaroslav Spurný afirmó que la ayuda internacional suele tardar mucho, pero insinuó que la culpa de la excesiva prolongación del asunto pudieran tenerla los órganos checos.“Es normal que la ayuda internacional tarde bastante. Desconozco el procedimiento de la Policía y la Fiscalía, pero depende de cómo elaboraron la petición y si cumplieron los requisitos de los españoles y portugueses. Según mi experiencia, en el pasado la ayuda internacional fallaba con frecuencia, ya que los policías checos no eran capaces de especificar bien todos los detalles del caso y concretar qué era lo que realmente pedían”, indicó.
La ex ministra de Defensa, Vlasta Parkanová, por el momento rechazó comentar el caso. La última vez que se pronunció al respecto fue el pasado julio en su discurso ante la Cámara Baja. Entonces expresó que no cree “en un procedimiento imparcial por parte de la Policía y del fiscal”.
La Policía Anticorrupción acusó a la ex ministra de Defensa de abuso de poder al no haber pedido un dictamen independiente en cuanto al precio de los aviones CASA, que ascendió a 135 millones de euros. Según expertos, el Estado así derrochó inútilmente unos 25 millones de euros.