Las sanciones de la UE contra Rusia apenas tendrán efecto en la economía checa
Este jueves entran en vigor las nuevas sanciones de la Unión Europea contra Rusia. La República Checa, que ha insistido en que las limitaciones se restrinjan al ámbito militar, apenas se verá afectada, según ha declarado el Gobierno checo.
Al mismo tiempo, Chequia forma parte de los países que han insistido para que los embargos tengan un alcance limitado. A partir de este jueves, dos semanas después del derribo del avión malayo sobre suelo ucraniano, los países de la UE no comerciarán con Rusia en materia armamentística ni con tecnología petrolera. Además, impedirán el acceso de los bancos rusos de propiedad estatal a los mercados financieros europeos.
La República Checa, cuyas exportaciones a Rusia son de carácter casi exclusivamente civil, no se verá así afectada por las nuevas sanciones. Además, según el Gobierno, estas restricciones deberían ser suficientes, por lo que no apoyará un aumento del embargo. La oposición de derechas checa, por su parte, estaría dispuesta a otra vuelta de tuerca contra Putin, según declaró el líder del partido TOP 09, Karel Schwarzenberg.
“Nuestros padres y abuelos morían por la libertad. De nosotros solo se pide que quizás el Producto Interno Bruto se reduzca un par de percentiles. Si ese es el único sacrificio que tenemos que hacer para conseguir la libertad en Europa, entonces deberíamos considerarnos una generación afortunada”, sostuvo.En el paquete de sanciones se incluye el bloqueo de cuentas y acceso a Europa de ocho ciudadanos rusos, con lo que ya son 95 los oligarcas rusos afines a Putin castigados por Bruselas. También se ha vedado el mercado comunitario a tres nuevas empresas.
Por su parte, Estados Unidos han puesto en marcha un conjunto de medidas similar al europeo, centrado también en los sectores bancario, energético y armamentístico.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso ha señalado que las sanciones constituyen un paso irresponsable por parte de la Unión Europea, ya que suponen una barrera para la colaboración energética entre Rusia y los Veintiocho, llevando al final a un encarecimiento de la energía. Moscú lamenta así que se hayan puesto “dudosos planes geopolíticos” por delante de los intereses económicos de los países de la UE.