Se cumplen 65 años de la muerte del padre Josef Toufar, martirizado por los comunistas
Con motivo del 65 aniversario de la muerte de Josef Toufar, el cardenal Dominik Duka ofició una misa este domingo para recordar al sacerdote martirizado por el régimen comunista.
El 11 de diciembre de 1949, los fieles que asistían a la misa dominical del padre Toufar, fueron testigos de un milagro. La cruz del altar principal se elevó medio metro y empezó a moverse.
La noticia del milagro de Číhošť, como se conoció después aquel misterio, sonó las alarmas del Comité Central del Partido Comunista.
La Policía Política tomó cartas en el asunto y torturó hasta la muerte al padre Josef Toufar. Los agentes querían que confesara que él había sido el artífice del supuesto milagro.
Con motivo de la trágica muerte del sacerdote Toufar representantes eclesiásticos y de la vida pública del país, asistieron el domingo a la misa oficiada por el cardenal Dominik Duka.“El padre Toufar es una especie de icono de la colectivización violenta. Mientras que la ocupación soviética de 1968 se identifica con Jan Palach, nosotros tenemos al sacerdote Josef Toufar”.
En 1949 las autoridades comunistas orquestaron una campaña para desprestigiar a la Iglesia. Durante dos semanas torturaron al sacerdote, al que querían presentar como parte de un complot de la Iglesia contra el régimen.
Josef Toufar murió el 25 de febrero de 1950 como resultado de las terribles torturas. Los comunistas ordenaron que sus restos fueran sepultados en secreto.
El régimen tenía un cementerio con fosas comunes en Ďáblice, un barrio praguense, donde se daba sepultura a los enemigos del sistema. Gracias a un proyecto de la Alcaldía capitalina, la Asociación de Antiguos Presos políticos y familiares de Toufar, el cadáver fue exhumado el año pasado.
Después de la identificación exacta por medio de pruebas de DNA, los restos serán sepultados en Čihošť el 12 de julio, día de su nacimiento.La Iglesia católica puso en marcha el proceso de beatificación del padre Josef Toufar y espera que el templo de Číhošť se convierta en un lugar de peregrinación.