Fracasa la huida de los inmigrantes del centro de detención en Bělá pod Bezdězem
Unos 50 inmigrantes ubicados en el centro de refugiados situado en Bělá pod Bezdězem fracasaron este jueves en su intento de huir. Los fugitivos se quejan de las malas condiciones de su detención y de la excesiva lentitud de los trámites de solicitud de asilo.
Los trámites acerca del futuro de los inmigrantes detenidos se puede prolongar a hasta cuatro semanas. El ministro del Interior checo, Milan Chovanec indicó que el procedimiento se desarrolla en concordancia con las reglas checas y europeas.
“Seguimos explicándoles la situación. Pero ellos tienen que darse cuenta de que aquí se aplican las leyes de la República Checa y que deben respetarlas, como todos los demás. He visitado varios de estos establecimientos y las condiciones son suficientes. La gente ahí no sufre. Tiene un techo sobre su cabeza, agua fría y caliente comida. Allí donde estuve había una sala con ping pong y otras instalaciones deportivas. No creo que esta gente esté ubicada bajo condiciones que no correspondan al siglo XXI”, subrayó.
El ministro rechazó tajantemente cualquier otro debate sobre si las condiciones de detención y de trámite son adecuadas o no.
“No es posible cambiar las condiciones según se les antoje a los detenidos. Ellos son huéspedes en este país. Piden aquí asilo político o protección internacional y tienen que esperar hasta que la República Checa atienda su solicitud o hasta que sean devueltos al lugar de donde vinieron. No admito otra variante”, dijo.Al entrar al espacio de Schengen, las autoridades les toman las huellas digitales a los refugiados y los inscriben en la base de datos accesible a todos los miembros comunitarios, mientras se esté tramitando su solicitud de asilo. En caso de entrar en la Unión Europea fuera de dicha zona, los inmigrantes son devueltos al lugar de su entrada en el Viejo Continente, conforme a la legislación europea.
Según la Policía de Extranjería, las protestas son frecuentes en los centros para refugiados. Los inmigrantes, generalmente, suelen entrar en huelga de hambre o recurren a otras formas de autolesión.
El centro para refugiados de Bělá pod Bezdězem, surgido a principios de los años 90, cuenta con una capacidad de 270 camas en los edificios utilizados anteriormente por el Ejército soviético.
Debido a la crisis migratoria, el Gobierno checo decidió aumentar la capacidad del establecimiento a unas 400 plazas antes del año 2016.