Obtener asilo en Chequia es cada vez más difícil

El número de solicitudes de asilo y protección subsidiaria ha ido bajando en Chequia en los últimos años. En 2020, el país otorgó protección internacional a 114 extranjeros. La tasa de solicitudes aceptadas es una de las más bajas en la Unión Europea.

De acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, más de 82 millones de personas se encuentran desplazadas en el mundo en la actualidad. Unos 30 millones se han refugiado en otro país.

Foto ilustrativa: EU Civil Protection and Humanitarian Aid,  Flickr,  CC BY-NC-ND 2.0

En Chequia, las autoridades otorgaron protección internacional a 114 extranjeros el año pasado. El número de solicitudes de asilo y protección internacional subsidiaria disminuyó debido a la pandemia del coronavirus. Las estadísticas del Ministerio del Interior indican que en total fueron 1164, unas 750 menos que en 2019. De acuerdo con Zuzana Pavelková, abogada de la Organización de Ayuda a los Refugiados (OPU), se trata de cifras incomparables con el interés que se registraba hace 20 años.

“Desde el punto de vista histórico se trata de una cifra muy baja. A finales de los años noventa o a principios de este milenio, Chequia solía recibir entre 4 000 y 7 000 solicitudes cada año. En 2001, el total alcanzó incluso 18 000 peticiones”.

A finales de 2020 vivían en Chequia alrededor de dos mil personas con protección internacional. Una de ellas es Mohamed, quien huyó de Iraq en 2015, a los 17 años, tras desaparecer dos hermanos menores suyos. Originalmente tenía planeado asentarse en otro país, pero terminó solicitando protección internacional en Chequia. La recibió en 2016 para dos años. Cuando solicitó una prolongación, le fue denegada. Tras defender su caso ante un tribunal, las autoridades le permitieron quedarse tres años más.

Foto: Commisión Europea

El caso de Mohamed ilustra acertadamente el modus operandi habitual de las autoridades checas que, de acuerdo con Pavelková, son demasiado estrictas a la hora de evaluar las solicitudes. Los que logran obtener el visto bueno terminan recibiéndolo solo para un tiempo limitado, algo que ayuda a corto plazo, pero también crea inseguridad. Y Pavelková cuestiona asimismo la rectitud del propio proceso.

“La severidad no sería un problema si el sistema siguiera siendo justo. Lamentablemente, en la práctica nos encontramos con casos en los que las personas cumplen los criterios que establece la ley de asilo para que les sea otorgada la protección internacional, pero a pesar de ello terminan no recibiéndola y se ven obligados a reclamar la protección internacional ante un tribunal”.

En comparación con otros países de la Unión Europea, Chequia es de los que cuenta con la menor tasa de solicitudes aprobadas. Ante ello, el Ministerio del Interior argumenta que la gran mayoría de los solicitantes no son ciudadanos de zonas bélicas o países peligrosos por otro motivo.

Casa de asilo | Foto: Petr Kološ,  Český rozhlas

Además, se ve reflejado en las estadísticas también el hecho de que muchos extranjeros solo pasan por Chequia, para finalmente establecerse en otro país, según explica la portavoz de la cartera, Hana Malá.

“Influye de manera marcada en el número de solicitudes aprobadas también el número de extranjeros que consideran Chequia solo como un país de tránsito. Tras entrar en el territorio checo e iniciar los trámites abandonan el proceso y se trasladan a otro país miembro de la Unión Europea”.

Malá explica que, al verse interrumpido el proceso, no se puede llegar a una decisión final. De similar manera, el número de solicitudes rechazadas crece debido a que las personas suelen entregar solicitudes de manera repetida o hasta enviar múltiples.

Refugiados de Libia | Foto: Ministerio del Interior

En cuanto al país de origen de los solicitantes, el Ministerio del Interior registró un mayor interés por parte de los bielorrusos durante el año pasado, afirma Malá.

“El aumento en el número de las solicitudes por parte de los ciudadanos de Bielorrusia tuvo que ver también con el programa humanitario MEDEVAC, que ofreció ayuda a los ciudadanos bielorrusos perseguidos por el Estado tras las manifestaciones antigubernamentales de agosto. En total fueron 39 los ciudadanos bielorrusos que solicitaron protección internacional”.

Además de los bielorrusos, recibieron protección internacional en Chequia ciudadanos de Rusia, Uzbekistán, Siria y Ucrania, por ejemplo. No obstante, los que tuvieron suerte representan solo una minoría. Del total de las solicitudes recibidas por las autoridades checas, un 90 % terminó en la pila de resoluciones negativas o procedimientos interrumpidos. Chequia se sitúa así muy por encima de la media comunitaria, que ronda el 60 %.

Autores: Romana Marksová , Jana Karasová
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