Maridos por horas, o como crece el interés en Chequia por los manitas adomicilio

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En los últimos cinco años han florecido en Chequia los llamados maridos por horas, profesionales que hacen todo tipo de reparaciones e instalaciones a domicilio. Algunos ya se organizan en agencias y cuentan incluso con seguro en caso de desperfectos.

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Los checos dicen de sí mismos que tienen manitas de oro, posiblemente un remanente de la gran tradición artesana del país, y de hecho en su división tradicional de roles por género se espera de cualquier hombre como Dios manda que sepa arreglar cañerías, montar estanterías, reparar una valla o en general emprender cualquier arreglo doméstico.

Sin embargo la habilidad o el tiempo libre de los checos para estos apaños se ha ido reduciendo, o eso parece al comprobar la aparición y desarrollo de los llamados maridos por horas, unos manitas a domicilio que hace cinco años apenas eran unos cuantos y ahora se cuentan por decenas. Y trabajo no les falta: el plazo de espera desde que se les contacta hasta que pueden aparecer por casa llega a veces a las dos semanas.

El sentido original era echar una mano a las mujeres que viven solas, pero sus servicios se han generalizado, como ejemplifica Martin Adamec, que contrató a uno de estos profesionales para la reforma de su cocina.

“Para mí es ideal. Solo no me habría atrevido, aunque no soy precisamente un manazas. Cosas que me habrían costado un mes, este señor me lo hizo en dos o tres días. Lo mejor es encontrarse personalmente y ver si el tipo en cuestión te conviene”, indicó.

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La última tendencia en cuanto a maridos por horas viene marcada por la agencia Súper Vecino (Super soused), en la que los clientes pueden elegir entre diversos manitas según su preferencia. El portal de la compañía permite valorar a sus profesionales, comparar precios y comprobar la disponibilidad.

Aunque quizás la mayor novedad sea el que un seguro cubre cualquier desperfecto, comenta uno de sus fundadores, Lukáš Novák.

“Garantizamos el dinero tanto a una parte como a la otra. Y si sucede algo, garantizamos que nadie se va a poner a discutir y decir que él no tiene la culpa, porque estamos asegurados y cubrimos los daños causados”, destacó.

Como su nombre indica, el negocio de los maridos por horas es en principio territorio masculino, y la mayor parte de ellos son antiguos electricistas, fontaneros o albañiles, pero recientemente es ejercido también por mujeres en baja de maternidad o estudiantes. En la República Checa funcionan también talleres por horas, donde es posible utilizar puntualmente las mejores herramientas o contar con el consejo de profesionales.

Autor: Carlos Ferrer
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