Los extranjeros compran automóviles usados de Chequia, al tiempo que el parque de coches local sigue envejeciendo

Foto ilustrativa: Comisión Europea

Una creciente demanda de automóviles usados provenientes de Chequia se registra en los países europeos en los últimos meses. Mientras que hace unos cinco años se exportaban desde este país unos 26.000 coches usados cada año, se calcula que ahora su cantidad podría alcanzar el triple.

Foto ilustrativa: Comisión Europea
El mayor interés por los automóviles usados de Chequia que se tiene actualmente en el extranjero se debe, según los expertos, a la baja cotización de la moneda checa. Ésta es resultado de la intervención del Banco Nacional Checo, que mantiene el valor de la moneda local intencionadamente a unas 27 coronas por euro. Gracias a esa medida, a los bazares de coches y demás interesados de los países europeos les conviene comprar automóviles usados en Chequia.

Además, como resultado de la crisis económica, en los países europeos se redujo la venta de automóviles nuevos y esto afectó a la industria automovilística. A la vez se incrementó la venta de los vehículos usados, lo que llevó a una gran escasez de estos automóviles en los bazares de coches de Europa Occidental.

El mayor interés por los vehículos usados se registra entre los clientes de Alemania, Francia y Holanda. En cuanto a los automóviles, son demandados mayormente los Škoda, Volkswagen, Hyundai, Peugeot y Renault que están en servicio un máximo de tres años y tienen recorrido menos de 100.000 kilómetros.

En reacción a la situación surgida y con el fin de prevenir grandes pérdidas, algunos bazares checos de automóviles crearon sus propios departamentos de exportación para poder cumplir con rapidez los pedidos de los clientes y poder regular los precios.

Sin embargo, la creciente demanda de automóviles usados procedentes de Chequia afecta el parque de vehículos en este país, que continuará envejeciendo, ya que en la República Checa se quedarán los automóviles usados más antiguos. La edad media de los automóviles que circulan por las carreteras de la República Checa se aproxima así a los 15 años, mientras que la media europea es de 8 años.