El caso del pañuelo islámico llega a los tribunales
La denuncia presentada por una estudiante de enfermería musulmana, a la que no dejaron cubrirse la cabeza con el hiyab, ha llegado al Tribunal de Praga. Ahora se decidirá si en la República Checa los centros educativos tienen derecho o no a determinar el modo de vestir de sus estudiantes.
Una de las chicas se marchó inmediatamente y la otra acabó dejando los estudios un tiempo después. Desde la escuela de enfermería niegan que se produjera discriminación de ningún tipo, y que se limitaron a aplicar las normas de vestimenta válidas para todos los alumnos. La directora, Ivanka Kohoutová, asegura que el hiyab suponía un impedimento.
“Educación física, laboratorios químicos, prácticas, realización de los exámenes de selectividad, donde los estudiantes se sortean el departamento, así que pueden asistir también a hombres, incluyendo alimentación y cuidados higiénicos. En estos campos de la enfermería no habríamos podido mantener el perfil de un graduado así ni el plan de estudios”.En 2014 la defensora del pueblo checa, Anna Šabatová, salió en defensa de las muchachas. En su opinión para la enseñanza teórica no es posible prohibir el pañuelo y en las prácticas en los hospitales se aplica la normativa vigente.
“El reglamento establece el uso de utensilios de protección y es necesario respetarlo. Según la ley antidiscriminación se entiende que su objetivo legítimo es la protección de la salud. Por tanto en los hospitales, cuando es obligatorio usar utensilios de protección, es posible sustituirlos por el hiyab”.
En contra del punto de vista de la defensora del pueblo se pusieron la Inspección Escolar checa e incluso el mismo subsecretario de Šabatová, Stanislav Křeček, para el que cada escuela tiene el derecho a decidir cómo tienen que ir vestidos sus estudiantes.La estudiante somalí espera del Tribunal que la escuela de enfermería haga una disculpa pública y le ofrezca una compensación económica de aproximadamente 2.200 euros. De momento el centro ha cambiado sus estatutos, y aunque las coberturas de la cabeza siguen prohibidas, la directora puede hacer una excepción por motivos religiosos.