La expansión nuclear checa está en proceso

Dukovany, foto: Jiří Sedláček, CC BY-SA 4.0 International

Algunas empresas han manifestado su interés en los planes checos de construir nuevos reactores nucleares con el fin de aumentar la contribución que la energía nuclear hace a la producción global.

Dukovany,  foto: Jiří Sedláček,  CC BY-SA 4.0 International
Seis empresas han manifestado su interés en los planes de la expansión nuclear checa: Rusatom Overseas de Rusia; Westinghouse; la francesa EDF; la empresa conjunta de Areva y Mitsubishi: ATMEA; Korea Hydro and Nuclear Power y China General Nuclear Power Corporation.

A finales de octubre fue la fecha límite para que las empresas enviaran detalles técnicos acerca del reactor que presentarían. Los detalles fueron enviados antes de conocer las condiciones financieras y comerciales en las cuáles las empresas podrían participar en el proyecto checo.

Rusatom Overseas ha expresado su interés en lo que parece ser el proyecto prioritario checo de construir de un nuevo reactor en Dukovany para el año 2035, fecha en la que es probable que los cuatro reactores que existen sean eliminados. El gobierno pretende que las actividades nucleares continúen en Bohemia central, de manera que no se desperdicie la infraestructura existente.

Las aspiraciones nucleares checas siguen siendo algo inciertas de acuerdo con el plan de acción aprobado por el gobierno en junio de 2015. Oficialmente, el plan contempla la construcción de dos reactores, en Dukovany y Temelin, con otros dos posibles a seguir. Mientras que la mayoría de los expertos de esta industria opinan que uno o dos nuevos reactores podrían crearse, la mayoría no cree que la República Checa pueda seguir adelante con los planes para cuatro reactores.

ČEZ, compañía que dirigirá el proyecto de expansión nuclear, está creando empresas independientes para la expansión de Dukovany y Temelin. Sin embargo, los gerentes están advirtiendo que 22 años es el tiempo que se prevé para la construcción del primer reactor y eso significa que la esperanza de conseguir la nueva planta operativa para el año 2035 es un reto demasiado ambicioso.

Autor: Marta Guzmán
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