Checos vuelven a explorar la isla James Ross en la Antártida
Cartografiar de manera detallada una parte de la isla James Ross. Esa es una de las tareas que se propone llevar a cabo una nueva expedición checa en la estación Mendel, situada en la Antártida. Los expertos estudiarán hasta mediados de marzo además el glaciar y los microorganismos en la tierra del hielo eterno.
Ese es el itinerario de la nueva expedición polar checa que debería llegar a su destino a principios del nuevo año, en dependencia de las condiciones meteorológicas.
La expedición cuenta esta vez con una elevada participación de fisiólogos vegetales, cuyos deberes serán así más amplios que en los años anteriores con respecto al estudio de musgos y líquenes, según indicó el jefe de la expedición, Daniel Nývlt.
“Necesitamos ponernos al día en cuanto al estado actual de la aparición de la vegetación local. Algunas zonas ya están monitoreadas, así que ahora, tras unos diez años, nos enteraremos de la diferencia progresiva. Si ha aumentado la vegetación o si se reproducen más algunas especies específicas y otras desaparecen”, dijo.Un enfriamiento dentro del calentamiento global
El equipo checo analizará también el permafrost, o sea el suelo permanentemente congelado. La característica de la capa superior del mismo refleja de manera idónea la situación de las condiciones climáticas.
El experto indicó que los científicos averiguaron datos sorprendentes en los últimos años en la parte marginal de la Antártida, donde se encuentra la isla James Ross.“Sorprendentemente, en esa zona acusamos un leve descenso de la temperatura media. Pero parece que se trata de una oscilación de una difícil interpretación con respecto al desarrollo a largo plazo del calentamiento de la península antártica, que fue una de las zonas de nuestro planeta que con más rapidez se calentó entre los años 70 y 90 del siglo XX”, precisó Nývlt.
La temperatura ha ascendido unos 2°C en los últimos 50 años en el Polo Sur, según las mediciones. Fueron los expertos checos los que midieron una temperatura récord en la Antártida el 23 de marzo de 2015, cuando los termómetros indicaron allí los 17,8°C.Ese es uno de los logros alcanzados por los expertos checos, que además descubrieron en la tierra de hielo los restos de esqueleto del plesiosaurio, hallaron fósiles de hongos, la sepia amonita de la era mesozoica y determinaron un nuevo género de bacilo de pseudomonas.
La estación polar Mendel, administrada por la Universidad Masaryk de Brno, fue abierta en febrero de 2007. Ese día la República Checa se convirtió en el país número 26 en abrir una base científica en la Antártida.