Científicos checos estudiarán en la Antártida el cambio climático
Un equipo de seis científicos checos de la Universidad Masaryk de Brno ha partido hacia la Antártida para continuar un año más sus investigaciones sobre el cambio climático. En la estación polar Mendel comprobarán además la resistencia de varios barnices y la eficacia de un nuevo generador eólico checo.
La base polar Mendel, construida hace 10 años por la Universidad Masaryk de Brno con apoyo estatal, albergará nuevamente durante el verano antártico a un grupo de científicos checos. El equipo de seis personas ha partido ya hacia Argentina, desde donde se trasladará con ayuda del Ejército hasta el emplazamiento de las instalaciones, en la parte no cubierta de hielo de la isla James Ross, cercana a la península antártica.
El principal objetivo de los checos es proseguir sus estudios acerca del alcance y consecuencias del calentamiento global en el ecosistema antártico, comenta el jefe de la expedición, Pavel Kapler.“El principal motivo son los estudios climatológicos. También medimos la influencia de estos cambios en los ecosistemas locales, es decir, en el desarrollo de la vegetación, básicamente líquenes y musgos, y en la reducción de los glaciares”.
Durante los 75 días que se espera que pasen en el Polo Sur, los científicos checos comprobarán también la resistencia a las condiciones climáticas antárticas de diversos barnices usados habitualmente para proteger las paredes de los edificios contra las pintadas. También se probará un prototipo de generador para centrales eólicas de diseño checo. Para todo ello el equipo cuenta con instalaciones de la mejor calidad, señala Kapler al describir la estación polar.
Por un recorte presupuestario, este año y los tres siguientes la base Mendel estará medio vacía. Si no hay ningún contratiempo, los científicos checos deberían estar de regreso a mediados de marzo.