El crimen nunca paga
Krádež, vražda, únos... Los nombres de los delitos en checo y el vocabulario asociado es el criminal tema de nuestra lección de checo de esta semana.
Es una larga historia. Como sabes, dejé Radio Praga para dedicarme al crimen–zločin-, que tiene más futuro y da más dinero. Al principio me dediqué a traficar con drogas–pašovat drogy-. Ya sabes, un poco de todo: hachís–hašiš-, cocaína–kokain-, heroína–heroin-, esas cosas.
Entonces te detuvieron–zatkli tě- por eso, ¿no?
No, no. Fue peor. Resulta que tenía un cliente que no pagaba. Así que decidí secuestrar–unést- a su mujer y pedir rescate–výkupné.
¿Y qué salió mal?
El hombre no quiso colaborar y me denunció a la policía–udal mě na policii-. Yo debería haber matado a la rehén–rukojmí-, como se suele hacer en estos casos, pero a ella le dio un fuerte síndrome de Estocolmo–Stockholmský syndrom- y nos enamoramos.
Pero la policía os encontró–policie vás našla-, ¿verdad?Sí, y luego me acusaron–obvinili mě- de violación–ze znásilnění-. Cuando todo lo hicimos por amor. Y ahora tengo que estar tras las rejas–za mřížemi- diez años. ¿Y tú? ¿Cómo es que has acabado en chirona–v base?
Pues mira, yo también dejé Radio Praga para convertirme en un criminal–zločinec. En concreto me hice ladrón–zloděj. Primero trabajaba de carterista–kapsář- en el centro histórico y robaba–kradl jsem- a los turistas. Pero era muy arriesgado–bylo to moc riskantní.
Comprendo, es fácil que te pillen–snadno tě chytnou.
Claro. Así que pasé luego empecé a entrar a robar a apartamentos–vykrádal jsem byty. Forzaba la cerradura–vypáčil jsem zámek- y metía en un saco–pytel- todo lo de valor. Ganaba mucho dinero.
¿Y qué pasó?Una noche entré en un piso y no me di cuenta de que el dueño estaba en casa. Se despertó y salió a mi encuentro con una pistola–pistole-. Tuve que luchar por mi vida y le tiré a la cabeza un elefantito de porcelana que tenía a mano. Lo maté–zabil jsem ho-, pero fue sin querer–nechtěně-, lo juro.
¡Entonces eres un asesino–vrah! ¡Cometiste un asesinato!–Spáchal jsi vraždu!
Sí, y tuve la mala suerte de que hubo testigos–svědci-. La hija adolescente del tipo lo grabó todo con el móvil.
Y luego llamó a la policía, claro.
No, no. La niña, o no tan niña, no sé cómo logró identificarme y luego se dedicó a chantajearme–vydírala mě. Decía que si no le pagaba veinte mil coronas cada mes llamaría a la policía y se lo contaría todo.¡Veinte mil coronas por su silencio!¡Es un robo! -Je to krádež!- Te convertiste en una víctima–oběť- de esa maldita chica.
Pues sí. Así que al final decidí confesar–přiznat se- y entregarme–vzdát se. El juez–soudce- iba a condenarme–odsoudit mě- a veinte años de prisión, pero lo soborné–uplatil jsem ho- y lo dejó en diez.
Ya ves, qué injusta es la vida. El crimen nunca paga–krást se nevyplácí. Ahora vamos a tener mucho tiempo para arrepentirnos–kát se.