Malabaristas, enmascarados y músicos animan las calles checas
La República Checa se prepara para festejar el Carnaval. Aunque la población checa no se considere un país especialmente religioso, sí sabe disfrutar de la celebración disfrazándose, cantando, bailando y comiendo mucha carne. Los diferentes barrios de Praga ofrecen un programa sabatino para todas las edades y en algunos pueblos no faltará la matanza del cerdo.
Las ciudades pequeñas y los pueblos son tal vez los que más se destacan, como por ejemplo Český Krumlov. En los pueblos se puede además ver la tradicional matanza del cerdo, llevada a cabo de forma artesanal y cuyo fin es aprovechar al máximo la carne. Los alimentos porcinos preferidos del Carnaval checo son los embutidos.
Los barrios de la capital checa también tienen su propia programación carnavalesca. En la mayoría de los distritos la cita es este sábado a las 11:00 de la mañana y culmina hacia las 8:00 de la noche.
El teatro, los músicos, mimos, malabaristas y bailarines suelen ser los protagonistas de la ocasión, quienes darán lo mejor de sí para entretener a los espectadores y caminantes. En algunos barrios de Praga, como el de Karlín, también hay espacio para la lectura de cuentos infantiles y talleres de elaboración de máscaras.