Recordando a la surrealista checa Toyen
Un día como hoy, 21 de septiembre, nació la artista checa Toyen, devota al surrealismo y a la temática del erotismo.
Las obras iniciales de Toyen se suelen asociar al movimiento cubista, pero terminó desarrollándose en la corriente surrealista, explorando de manera especial el concepto del erotismo y los motivos de la sexualidad masculina y femenina.
En 1922, último año de sus estudios en la Academia de Artes, Arquitectura y Diseño de Praga (UMPRUM), conoció a un personaje a quien estaría ligada hasta su muerte: el poeta y artista Jindřich Štyrský (1899-1942). En 1925, en la ciudad de París, fundaron juntos un movimiento que bautizaron con el nombre de "Artificialismo", una derivación del surrealismo.
Una parte vital de la obra de Toyen se desarrolló de la mano de Štyrský, y una idea de ello nos comenta la historiadora de arte, Lenka Bydžovská.
"Desde sus primeras producciones, Toyen trabajaba de una manera digna de atención, especialmente los temas eróticos. En los años treinta, por ejemplo, sus ilustraciones formaron parte de la publicación de Štyrský: 'Erotica', concretamente la 'Edición 69 y 'Erotica revue''".
Štyrský se dedicó entre los años 1930 y 1933 a la publicación de dicha revista, mejor conocida en español como "Revolución erótica". Las ilustraciones de Toyen destacan entre sus páginas con alusiones explícitas al cuerpo y la sexualidad, jugando con representaciones oníricas y exageradas en dimensiones.Después de una primera etapa parisina, Toyen volvió a Praga, donde conoció a dos artistas franceses que habían estado desarrollando el surrealismo en el ámbito de las letras, Benjamin Péret y quien fue el teórico de todo el movimiento, André Breton.
En 1947 Toyen se instaló definitivamente en París, justo un año antes de que los comunistas tomaran el poder en Checoslovaquia. En la capital francesa continuó empapándose del pensamiento surrealista francés y entablando amistad con sus máximos representantes. Participó prácticamente en todas las exposiciones surrealistas de la década de los treinta.
De esta artista lo único que se conoce con certeza es su producción, pues fue prácticamente nada lo que se pudo saber de su vida privada, como nos explica el experto en arte, Karel Srp.
"No daba en lo absoluto ninguna entrevista. Ella de esa manera, sistemáticamente, evadía la posibilidad de comunicación. No escribió ningún texto, ninguna memoria sobre sí misma. De hecho, se alejó de su familia y vivía una vida independiente".
Todo ello contribuyó a hacer de ella un personaje enigmático y misterioso que hizo del pincel y la paleta la única vía de acercamiento a su persona. Según los documentos históricos, el escritor checo Jaroslav Seifert (1901-1986), Premio Nobel de Literatura, fue quien le dio el seudónimo de Toyen. Dijo que ella lo adoptó como nombre real, y probablemente el pasaporte era el único papel que evidenciaba su verdadero nombre.
Su seudónimo es tan ambiguo en género como lo fue ella misma. Por las fotografías se sabe que Toyen no usaba accesorios y se vestía a la usanza masculina, no solo por insertarse de una manera más natural al sector del arte, en aquel momento dominado por hombres, sino también por mantenerse a sí misma en un espacio andrógino y equívoco, imposible de definir.