Prosek guarda una de las iglesias más antiguas de Praga
Una de las iglesias más antiguas de Praga consagrada a San Venceslao se encuentra en el barrio praguense de Prosek, rodeada de casas típicas del socialismo.
De acuerdo con la leyenda, la iglesia fue fundada en 970 por el príncipe Boleslao II. Esta versión histórica queda captada en la pintura del altar principal del siglo XVIII, según contó para Radio Praga Internacional el bibliotecario de la parroquia de la Iglesia de San Venceslao en Prosek, Libor Gottfried.
“El príncipe Boleslao viajó desde la ciudad de Stará Boleslav a Praga y trasnochó en un bosque en Prosek. En el sueño se le apareció su tío San Venceslao y lo invitó a que construyera una iglesia en este lugar. No obstante, es una leyenda inventada por el cronista Václav Hájek de Libočany, quien es conocido precisamente por inventarse las historias”.
Inventada es asimismo la teoría de que la iglesia de Prosek es el santuario de San Venceslao más antiguo del territorio de la capital checa. Aunque su construcción no data del año 970, como sostiene la leyenda, sigue siendo una de las iglesias más antiguas de Praga.“La leyenda es inventada porque en 970 aún no existía el Obispado de Praga. El cronista Václav Hájek de Libočany escribió que el príncipe Boleslao II tuvo ese sueño el 13 de junio y San Adalberto bendijo la iglesia el 1 de octubre. No es factible, además de que San Adalberto tenía en aquel entonces aproximadamente 14 años. Boleslao II ni siquiera gobernaba en aquella época, al mando estaba su padre, el asesino de San Venceslao”.
De acuerdo con Gottfried, la iglesia fue construida alrededor del año 1085, al igual que los santuarios consagrados a San Venceslao que se encuentran en el barrio de Bohnice y de Dolní Chabry.
Estas iglesias conformaban el territorio parroquial en la orilla derecha del río Moldava. Según Gottfried, la iglesia de Prosek puede ser el tercer santuario más antiguo consagrado a San Venceslao en el territorio de Praga.
Derrumbes bélicos
La iglesia tiene forma de basílica románica de tres naves. Es uno de los pocos santuarios que ha conservado su carácter románico hasta la actualidad, a pesar de su agitada historia, explica el bibliotecario.“En 1421 los husitas quemaron la aldea de Podviní y la iglesia de Prosek. Como sus interiores estaban hechos de madera, la iglesia acabó en cenizas y se quedó en ruinas. Es probable que los husitas derrumbaran asimismo la torre de la iglesia”.
El santuario no fue remodelado hasta comienzos del siglo XVI. De esa época proceden las bóvedas que se han conservado solamente en la nave derecha de la iglesia. Las de la nave izquierda cayeron víctimas de otra catástrofe, prosigue Gottfried.
“En 1648 durante la Guerra de los Treinta Años, los suecos se estaban acercando a Praga. No se sabe si eran ellos quienes derrumbaron la torre de la Iglesia o si lo hizo el Ejército imperial para evitar que el enemigo tiroteara los alrededores desde la torre. En cualquier caso, la torre que vemos ahora es una réplica procedente de la época barroca, construida después de 1670. Se han conservado las ventanas barrocas, mientras que en la nave derecha se han remodelado las ventanas románicas”.
De campanas a armas
Durante la época del Imperio austrohúngaro, también las campanas de la iglesia sufrieron un destino cruel, acabando como material para la industria armamentista.“Era habitual que durante las guerras, las campanas de las iglesias fueran requisadas. Teníamos tres campanas históricas llamadas Bárbara, Venceslao y Miguel. Solamente la campana Venceslao se ha salvado, las demás fueron requisadas. En 1879, la campana de San Venceslao se rompió y tuvo que ser refundida, pero se han conservado sus relieves”.
Otros daños los sufrió la iglesia a lo largo de los siglos XIX y XX debido a la humedad. Tras la última remodelación en 1981 se construyó un sistema de drenaje. La reconstrucción se llevó a cabo durante la estancia del padre Prokop, quien estuvo cuidando la iglesia durante más de cuatro décadas, y gracias a su empeño, se inscribió imborrablemente en la historia del santuario, explica el bibliotecario.
“Después de su remodelación en la época barroca, la iglesia tenía mucha decoración, diez altares laterales, estatuas, pinturas y un púlpito. A partir del siglo XIX, muchos historiadores comentaban que sería conveniente devolver a la iglesia su aspecto original. Ya en la época de la emperatriz María Teresa de Habsburgo se quitaron tres de los diez altares. Cuando Prokop empezó su labor en 1979, llegó a un acuerdo con los protectores de los monumentos para que se limpiara el espacio de la iglesia y quedara solamente la arquitectura, el cuadro del altar y se construyera un nuevo altar situado hacia el público según la reforma del Vaticano. En la actualidad el aspecto de la iglesia es de la arquitectura románica pura”.
Frescos con esvásticas
Los interiores de la iglesia han conservado muy poca pintura al fresco, situadas en la nave derecha en un lugar que en el pasado fue probablemente la capilla de la Virgen María.“En las paredes se han conservado partes de escenas bíblicas procedentes del año 1230. Sostenemos que como modelo sirvió un libro escrito para los Premislitas, incluso para Santa Inés. Era una Biblia con dibujos que se encuentra hoy día en los Estados Unidos. Son solamente fragmentos, pero las escenas son reconocibles”.
En las paredes se pueden observar las pinturas que captan el nacimiento del Niño Jesús, con la Virgen María y San José, así como los Reyes Magos con sus regalos, la fuga a Egipto, figuras de los apóstoles y otros difícil de identificar.
Gottfried señala los elementos de los frescos que nunca escapan a la atención de los visitantes.
“Son las esvásticas. En las partes inferiores de los frescos se pintaban ropajes y esta tiene forma de esvásticas. Es un símbolo antiguo que usaban no solamente los germánicos, sino también los eslavos y culturas de la India y de Japón. Es un símbolo del sol. Puesto que es una cruz, el cristianismo se apoderó del símbolo y lo usaba como elemento decorativo. Por ejemplo, Santa Ludmila tuvo en su tumba un mantel con esvásticas. En la Edad Media era un elemento decorativo popular. Hoy día no nos lo parece, porque Hitler abusó de este símbolo y desde entonces no se usa más en Europa”.
Mientras que en el pasado, cuando la aldea de Prosek contaba como máximo con diez caseríos, la iglesia tenía dimensiones inusualmente grandes, en la actualidad apenas es suficiente para acoger a todos los creyentes, explica el bibliotecario.“En la época moderna se ha construido aquí una urbanización enorme que sigue extendiéndose. La iglesia apenas es suficiente para los habitantes del barrio de Prosek. Los domingos se celebran entre dos y tres misas, y la misa siempre está llena. Es bueno que la construyeran tan grande, porque de lo contrario tendríamos que construir una iglesia nueva”.
La iglesia de Prosek ofrece una rica vida cultural que ofrece diversos conciertos de órgano y de otros instrumentos, ya que presume de una buena acústica.
El último fin de semana de septiembre se celebra en los alrededores de la iglesia la Feria de San Venceslao (Svatováclavská pouť) que ofrece una serie de conciertos, presentaciones de teatro, programas para niños y puestos con comida medieval, entre otras actividades.