Terapias para reducir la reincidencia entre la población expresidiaria

Foto: Vězeňská služba ČR

La República Checa aplicará un nuevo programa para evitar la reincidencia de los presos una vez que salen de la cárcel. Este concepto ya ha mostrado buenos resultados en otros países.

Foto: Vězeňská služba ČR

Reducir la reincidencia entre la población expresidiaria es una de las principales preocupaciones de las autoridades penitenciarias checas.

Es por ello que se ha puesto en marcha el programa Good Lives Model, un concepto procedente de Australia y Nueva Zelanda por el que pasarán cientos de presos checos.

La cuestión no es banal, en Chequia, el 50% de las personas que salen de la cárcel vuelven a cometer un delito en algún momento de sus vidas. Con este programa, se pretende centrar la atención en este grupo de riesgo para estudiar dónde está el problema, como indicó para la Radio Checa Václav Jiřička, jefe de psicología de los Servicios Penitenciarios checos.

“Vamos a buscar qué es lo que provoca esas situaciones que llevan a cometer el delito. El objetivo principal es que cuando esa persona salga de la cárcel y sea su vecino, usted no tenga que tener miedo, que sea un vecino normal que no cometa actos violentos”.

Foto: Archivo de ČRo
Para ayudar con la implementación del programa en Chequia, varias cárceles del país contarán con la ayuda de empleados de la prisión alemana de Brandenburgo, quienes ya tienen experiencia con dicho sistema.

En palabras de Steven Feelgood, psicólogo de origen australiano que trabaja en la mencionada cárcel alemana, este programa se centra en las motivaciones y necesidades de los presos.

“En lugar de hablar directamente sobre lo que ha hecho, le preguntamos al preso qué quiere en la vida y por qué no lo ha conseguido. Y con este rodeo llegamos hasta el acto delictivo que cometió. El objetivo no será directamente que no cometa delitos, sino, por ejemplo, que sea buen padre o que tenga una buena relación. Y para conseguir eso no podrá ser impulsivo, tendrá que buscarse un trabajo y tener empatía con su mujer, su novia o sus hijos”.

Los reclusos acudirán a terapias de grupo donde hablarán de sus problemas, y donde tendrán que aprender a controlar sus emociones y entender las necesidades de los demás.

El programa estará dirigido por la ONG Volonté, que ha recibido 465 000 euros de la Unión Europea para llevarlo a cabo. La directora ejecutiva de proyectos de Volonté, Zuzana Bejó, declaró que las cárceles checas no tienen en este momento ese tipo de enfoque.

“Los programas que se aplican en las cárceles no incluyen todas las posibilidades de trabajo con los agresores. Este concepto de la psicología positiva se centra en las necesidades y deseos de estas personas, que quizás con este enfoque individual puedan conseguir resultados positivos”.

Este proyecto piloto durará unos tres años, tras los que se estudiarán los datos sobre su posible efectividad. Desde enero del próximo año, se unirán al programa más de 400 presos de seis cárceles diferentes.

La primera parte incluirá el trabajo de terapia con los reclusos hasta mediados de 2021, y posteriormente se procederá a estudiar su comportamiento durante un año una vez puestos en libertad.

En Canadá, uno de los países donde se ha aplicado, la reincidencia ha disminuido en alrededor de un 50%.

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